La Unción sobre el Ministerio del Pastor
Este importante oficio es el más difundido dentro de la iglesia.
En Hechos 20:17 dice: “Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.”
Al principio, cuando los apóstoles empezaban una obra en una ciudad nueva y tenían que retirarse dejaban a cargo del grupo a una persona mayor o anciano.
En Hechos 20:28 Pablo nos habla de los obispos: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.”
Aquí la palabra obispo es la griega episkopos, que significa supervisor y nos habla de la función del pastor como supervisor del rebaño que el Espíritu Santo le encomienda.
Estas dos palabras, ancianos y obispos nos hablan de los pastores de las iglesias; es anciano en cuanto a su madurez y obispo en cuanto a su trabajo como supervisores de los rebaños de creyentes.
La unción del pastor viene con la labor que Dios le ha encomendado de cuidar y alimentar el rebaño que Dios le dio.
El pastor por lo general también es maestro ya que Dios le ha encomendado la alimentación de sus ovejas.
En Efesios 4:11, cuando cita a los pastores dice: “Pastores y maestros;” lo cual muestra la conexión que hay entre ambos ministerios.
En Efesios 4 vemos la labor del ministerio quíntuple; pero en particular podemos ver la del ministerio del pastor ya que él es el que se queda a cargo de la congregación local.
Efesios 4:11-15
11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.
Esto es lo que Pablo le trato de explicar a los ancianos y obispos de la iglesia de Éfeso:
Hechos 20:17-28
17 Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.
18 Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia,
19 sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos;
20 y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,
21 testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.
22 Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer;
23 salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.
24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
25 Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro.
26 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos;
27 porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.
28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
El pastor tiene la unción para enseñar, y en ese sentido debe anunciar todo el consejo de Dios a la congregación para que puedan crecer de manera equilibrada.
Habiendo pastoreado más de 10 años y siendo oveja por 40, ha sido evidente para mí que el pastor fluye con el don de palabra de conocimiento y de profecía en su oficio.
Cuantas veces mientras escuchaba a mi pastor compartir la Palabra era como si alguien le hubiese contado lo que yo estaba pasando, o cuantas veces lo he visto compartir por inspiración mediante el don de profecía.
Y yo he experimentado lo mismo, a veces la gente me ha preguntado: “¿Quién le contó mi problema?” Y yo ni sabía de lo que me hablaba, solo lo había dicho al predicar.
Otra cosa que me he dado claramente es que al momento de compartir la Palabra muchas veces fluyen el don de palabra de conocimiento y el de profecía.
Estando sentado bajo el ministerio de mi pastor, tantas veces en su mensaje respondía preguntas que le hacía al Señor, o me daba el consejo exacto cuando pasaba un problema, sin que él supiera nada tal como si se lo hubiera contado.
Me ha pasado varias veces que después de compartir la Palabra a la congregación que pastoreo, la gente me preguntaba, “¿Quién le contó mi problema, pastor?”
Hay una unción en el pastor para aconsejar sobrenaturalmente a la gente.
Otra característica del pastor es su corazón, lo que llamamos “el corazón de pastor”.
Jesucristo lo describió claramente en Juan 10:
Juan 10:11-15
11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
Bajo este corazón es que el pastor ama y cuida sobrenaturalmente las ovejas que él Señor le ha encomendado.
La unción del pastor tiene estas características
1. Tiene principalmente la unción de enseñar en su ministerio para poder alimentar a las personas bajo su cargo
2. Tiene el corazón del pastor para amar y apacentar a sus ovejas
3. Fluye con los dones de Palabra de conocimiento y profecía para poder aconsejar y cuidar sobrenaturalmente a su rebaño
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