Como Aumentar tu Unción
Si una persona está llamada a un oficio habrá una unción sobre ella aunque no la reconozca; y sin importar en que oficio esté llamado, uno puede hacer algo para determinar el grado de unción que tenga.
Uno puede prepararse para la unción; si no viene sobre uno es que no se ha preparado. Incluso la unción puede llegar a incrementarse.
Uno incrementa la unción al estudiar la Palabra y orar; también la unción puede decrecer si uno es negligente en estudiar la Palabra y orar.
2 Timoteo 2:15
15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
Me gusta la Versión King James que dice: “Estudia para presentarte aprobado a Dios....”
Un ministro que no estudia será avergonzado, porque la gente se dará cuenta de ello, y él perderá la unción o no estará en manifestación. Pero si hace su parte, esto no sucederá.
Cuando estudias y oras, cuando te levantas en fe, la unción vendrá.
En mi vida me he dado cuenta que cuando me levanto y empiezo en fe, la unción viene; por lo general, sencillamente empiezo con mis notas y de pronto la unción está ahí, sea para enseñar o predicar. Yo empiezo en fe y aunque no sienta nada especial la unción nunca falla en manifestarse.
Estoy seguro que te has dado cuenta de que has visto ministros pararse en su oficio que estén más o menos ungidos que otros con el mismo oficio; y has visto ministros que estén más ungidos en algunas ocasiones.
Esto sucede porque hay áreas y grados de unciones.
Por ejemplo, recordemos la historia de Elías y Eliseo.
Elías y Eliseo fueron dos profetas del Antiguo Testamento; cuando Elías estaba por partir, Eliseo le pidió recibir una doble porción de su unción; eso no significaba tener dos Espíritus Santos, ya que solo hay uno.
Esta doble porción a la que se refería Eliseo era una doble porción de la unción que tenía Elías para pararse en el mismo oficio.
Eliseo podía hacer este pedido ya que también estaba parado en el oficio del profeta. Esta medida de unción no estaba disponible para alguien que no estuviese llamado a ese oficio.
Por ejemplo, si eres llamado para ser pastor no necesitas la unción de un profeta, sino la de otro ministro que esté parado en el mismo oficio.
Como Recibir un Manto
En los círculos cristianos se habla mucho de recibir el manto de otro ministro; cuando parte un ministro a la presencia del Señor, los ministros se preguntan: ¿Quién recibirá su manto?
¿De qué están hablando?
En 1 Reyes 19:19 encontramos la respuesta: “Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto.”
En este pasaje el manto era el símbolo de ese oficio; era como un sinónimo de la unción del Espíritu Santo; era una muestra que el Espíritu Santo venía sobre Eliseo, pero no era la unción en si misma; era un símbolo del Espíritu Santo y el poder de Dios.
El manto cubre al ministro para que pueda ministrar bajo la unción que va con el oficio o llamado que Dios le dio.
A veces la unción viene como si vistiera un abrigo, aunque no lo lleve puesto; es el poder de Dios que te envuelve y te hace sentir así.
Sigamos viendo la historia para ver cómo obtener un manto.
1 Reyes 19:20
20 Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo?
Elías le estaba diciendo: “Si vas a poner otras cosas primero, sin importar lo legítimas que sean, no disfrutarás de la plenitud de la unción de Dios.”
Eliseo no regresó para darles un beso de despedida a sus padres; sino que tomó su yugo de bueyes, los mató y cocinó y dio de comer a la gente con ellos; después de eso se fue tras Elías para servirlo.
2 Reyes 20:21
21 Y se volvió, y tomó un par de bueyes y los mató, y con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.
Lo que hizo Eliseo fue quemar sus puentes, se colocó en una posición de no poder volver atrás, rompió con su pasado a fin de poder servir a Elías y cumplir su ministerio.
Sigamos con la historia:
2 Reyes 2:1-2
1 Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal.
2 Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el.
Eliseo estaba siguiendo muy de cerca a Elías; Elías intentaba de convencerlo para que se aleje; Dios estaba probando a Eliseo, a través de Elías, con un propósito; quería asegurarse que Eliseo tenía lo que se necesitaba para recibir la unción. Pero vemos aquí lo que Eliseo le dijo: “Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré.”
Finalmente Eliseo llegó al lugar que quería, veamos el verso 9:
2 Reyes 2:9
9 Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.
Eliseo quería una doble porción de la unción de Dios para levantarse en el oficio de profeta. Dios unge hombres y mujeres para el ministerio, pero algunos pueden ser más ungidos que otros.
En el verso 10, Elías le dijo: “Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no.”
Sigamos viendo la historia:
2 Reyes 2:11-13
11 Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
12 Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes.
13 Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán.
Eliseo se mantuvo firme al lado de Elías y estaba con el cuando fue subido al cielo.
En el verso 12 vemos algo muy interesante, antes de tomar el manto de Elías, Eliseo se quitó su ropa y la partió en dos partes; luego levantó el manto de Elías y se lo puso, porque ese manto cubría a toda la persona.
Así que Eliseo vio cuando Elías fue llevado al cielo y obtuvo la doble porción del Espíritu de Elías para levantarse en el oficio de profeta.
Si leemos el relato de la vida de Eliseo veremos que en su vida hizo el doble de milagros que los que ocurrieron con Elías
Al estudiar esta historia aprendemos algo acerca de obtener la unción; Eliseo permaneció con Elías; no dejo que el profeta se aleje de su vista; lo siguió muy de cerca; obtuvo el mismo espíritu de Elías.
La misma unción o el mismo espíritu, vienen por asociación; estar en el mismo entorno o por influencia.
Es estar asociado junto a un hombre de Dios nos permite obtener el mismo tipo de unción que tiene; no puedes estar junto a alguien sin que se te peguen sus características.
Otra forma es por estar en el mismo entorno o ambiente, si vas a las mismas reuniones del hombre de Dios que sigues, y bajo sus enseñanzas, tarde o temprano se te pegará lo que tiene.
Una tercera manera es por influencia, puede ser que no estés cerca del ministro por no estar asociado o no poder estar en sus reuniones, pero puede influenciar tu vida estudiando sus libros, oyendo los audios o viendo los videos de sus prédicas.
Entonces, ¿cómo es que Eliseo obtuvo la doble porción de Elías? Por seguirlo muy de cerca.
Es un hecho que serás guiado a seguir a ciertos ministros, pero hay ciertas cosas que los ministros deben ser advertidos en esto.
Si vas a seguir a alguien, asegúrate que está siguiendo al Señor; si ellos se apartan tan solo un poquito, no sigas eso; aprende de la fe de ellos, pero no los sigas tan de cerca.
Recuerda estas tres cosas:
Primero: Ten el llamado de Dios en tu vida.
Segundo: Sigue al Señor Jesús, quien es la cabeza de la iglesia, muy muy de cerca.
Tercero: Si quieres el mismo tipo de ministerio que otro tiene, sigue ese ministerio muy de cerca.
Si el deseo por eso está en tu corazón, por lo general Dios lo puso; pero el manto no caerá automáticamente sobre ti.
Necesitamos ser cuidadosos de a quien seguimos en el ministerio; un joven que sigue muy de cerca a otro hombre, cometerá los mismos errores. Aprende lo que puedas pero mira siempre su doctrina.
Recuerda lo que dijo Pablo en 1 Corintios 11:1: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.”
Mientras el ministro que sigas, siga a Cristo, eso será seguro para ti.
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