jueves, 28 de agosto de 2014

Principios Bíblicos Financieros - 6

El Propósito de la Prosperidad
1. Nuestro Ejemplo
Hemos visto que Jesús fue próspero. Sin embargo, Su prosperidad no se midió por la acumulación de grandes riquezas ni posesiones. Él no vivió en un palacio con habitaciones llenas de oro, vigilando sus campos de ganado y ovejas. Su vida no fue pomposa ni extravagante, ni fue dirigida por la codicia y la avaricia.
Aunque estaba en un país pequeño dominado por el poderoso poder romano, donde la mayoría de las personas eran oprimidas y explotadas, las necesidades personales de Jesús fueron cubiertas. Él se podía permitir moverse por el país libremente, haciendo los negocios de Su Padre. Era incluso capaz de sostener doce discípulos que viajaban con Él alrededor de Galilea y de las regiones vecinas.
¿Por qué tenía Jesús esos relativamente abundantes recursos? Esos recursos lo capacitaban para hacer la voluntad de Dios.
El propósito de la prosperidad de los cristianos es que hagan la obra y voluntad de Dios.
¿Cuál es la voluntad de Dios? Juan 3:16 y 17 lo expresa de manera muy simple:
Juan 3:16-17
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
El interés principal de Dios es salvar a los perdidos. Esa es la razón por la que envió a Su Hijo.
La Biblia también es muy clara acerca de lo que Jesús hizo cuando vino a la tierra.
Mateo 9:35
35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Jesús es nuestro gran ejemplo. Deberíamos hacer lo que El hizo. Su propósito debería ser nuestro propósito. Jesús dijo: “Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre” (Juan 14:12 NVI)
2. Los Creyentes deben Prosperar Para Cumplir con la Gran Comisión
¿Podemos esperar ser prósperos? Si, podemos, tal como Jesús lo fue. Pero eso significa que nuestros motivos para ser prósperos deben ser los mismos que los de Él.
Él quiere que Su pueblo, incluyendo sus predicadores, tengan lo suficiente para ser capaces de ir a enseñar, predicar y sanar a los enfermos en todo rl mundo o para ayudar a otros a ir. En la economía de Dios, la prosperidad es el medio para un fin, el evangelismo mundial.
Como cristianos, podemos esperar ser bendecidos y prosperar si buscamos la prosperidad como un medio para cumplir con la voluntad y propósito de Dios.
Jesús dijo de si mismo: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10)
Jesús comisionó a todos los creyentes a llevar la misma misión.
Marcos 16:15
15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Ciertamente necesitamos caminar en prosperidad para lograr conseguir los fondos para realizarlo.
3. El Diezmar, El Plan de Dios para Financiar la Iglesia y sus Alcances
A lo largo de la Biblia, vemos que la obra de Dios se ha financiado por los diezmos y ofrendas de su pueblo. El diezmo es el diez por ciento de la cosecha, el grano o el incremento recibido.  El dar del pueblo de Dios se encarga del cuidado de la casa de Dios y de los que trabajan y además proveen los fondos para realizar Su obra en la tierra.
Malaquías 3:10-12
10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.
12 Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.
En este pasaje vemos que el diezmo    está conectado con la prosperidad. La Palabra de Dios dice que si diezmamos de nuestros ingresos al Señor, el derramara bendiciones desmedidas. Fíjese que Dios dice que bendecirá al diezmador de dos formas: En una abundancia de incremento y en la protección de la pérdida de sus bienes. En el verso 11 dice: “Reprenderé también por vosotros al devorador....”
¿Por qué diezmamos? Ciertamente no es porque Él necesite el dinero o cualquier cosa que pudiésemos ofrecerle. No, el diezmar es una poderosa manera de conectarnos con lo que Dios está haciendo en el mundo. El diezmo combinado de una congregación provee los fondos para apoyar los alcances de la iglesia: salvar gente, edificar el Cuerpo de Cristo, ministrar a los pobres, apoyar misiones, quizás patrocinar el Evangelio en la radio o televisión, y ayudar a proveer un sustento para el pastor y su equipo ministerial.
Como principio general, cada creyente debería diezmar a sus iglesias locales. Todos los otros ministerios pueden y deberían ser apoyados por ofrendas y y otras formas de apoyo financiero por parte de individuos e iglesias. Pero en la mayoría de los casos los diezmos deberían ir a la iglesia local.
El ser capaces de ser parte del plan de Dios es la razón y propósito por el que damos nuestros diezmos y nuestras ofrendas.
Entonces, vemos que diezmamos y ofrendamos para ayudar a expandir el reino de Dios en esta tierra.
4. Por qué debemos dar
Por medio del diezmar a la iglesia local y ofrendar a ministerios dignos, podemos ser parte de lo que Dios está haciendo hoy en el mundo. Nuestro motivo para dar debe ser puro y falto de egoísmo.
1. Deberíamos dar porque amamos a Dios. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado.” Y nosotros deberíamos dar igual; deberíamos darle porque le amamos.
2. Deberíamos darle a Dios en obediencia a su Palabra. La Biblia dice que debemos darle al Señor y sostener Su obra. Además de las escrituras que ya hemos examinado, hay muchas otras que son inequívocas en su instrucción de dar.
3. Deberíamos dar para ayudar a cumplir con la Gran Comisión de Cristo y sostener el trabajo de todos aquellos que están yendo por todo el mundo con el Evangelio.
4. Deberíamos dar porque queremos que la gente sea bendecida. Nuestros diezmos y ofrendas ayudan a sostener los alcances de la iglesia local y otras organizaciones que ministran a los pobres, evangelizan a los perdidos e inalcanzados, y edifican a los santos mientras los prepara para el servicio cristiano.

5. Y, finalmente, muy por debajo, deberíamos dar con expectativas, creyendo que Dios honrará las promesas que hay en Su Palabra de bendecidnos y prosperarnos. Fíjese que he enumerado cinco razones para dar, y creo que el orden de esta lista refleja prioridades que son muy importantes. Me parece que muchos predicadores están sobre enfatizando la número cinco y presentando como la mayor razón por la que la gente debe dar.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Principios Bíblicos Financieros 5

¿Cuándo es que Jesús fue Pobre?
Isaías 53:3-10
3 Despreciado y desechado entre los hombres,  varón de dolores,  experimentado en quebranto;  y como que escondimos de él el rostro,  fue menospreciado,  y no lo estimamos.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades,  y sufrió nuestros dolores;  y nosotros le tuvimos por azotado,  por herido de Dios y abatido.
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones,  molido por nuestros pecados;  el castigo de nuestra paz fue sobre él,  y por su llaga fuimos nosotros curados.
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,  cada cual se apartó por su camino;  mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
7 Angustiado él,  y afligido,  no abrió su boca;  como cordero fue llevado al matadero;  y como oveja delante de sus trasquiladores,  enmudeció,  y no abrió su boca.
8 Por cárcel y por juicio fue quitado;  y su generación,   ¿quién la contará?  Porque fue cortado de la tierra de los vivientes,  y por la rebelión de mi pueblo fue herido.
9 Y se dispuso con los impíos su sepultura,  mas con los ricos fue en su muerte;  aunque nunca hizo maldad,  ni hubo engaño en su boca.
10 Con todo eso,  Jehová quiso quebrantarlo,  sujetándole a padecimiento.  Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado,  verá linaje,  vivirá por largos días,  y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
En este gran capítulo de la redención vemos como se conectan la salvación, la sanidad, y la prosperidad con la obra del calvario.
En el verso 5 dice que el castigo de nuestra paz fue sobre él.
La palabra “paz” en este verso es “shalom” que significa: “seguridad, bien, felicidad, bienestar, salud, prosperidad y descanso.”
Entonces en la cruz cuando Él estaba llevando el castigo de nuestra paz, es estaba pagando el precio para que podamos ser prosperados.
Gálatas 3:13-14
13  Cristo nos redimió de la maldición de la ley,  hecho por nosotros maldición  (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
14  para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles,  a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
En la cruz fue cuando Jesús se hizo maldición por nosotros para que no tuviésemos que llevar nosotros la maldición; fue en ese momento que Él se hizo pobre para que nosotros pudiésemos ser enriquecidos.
Por ese motivo cuando estudiamos la Biblia de manera apropiada y si lentes religiosos podemos ver a Jesús tal como vivió su vida terrenal.
Mateo 2:11
11  Y al entrar en la casa,  vieron al niño con su madre María,  y postrándose,  lo adoraron;  y abriendo sus tesoros,  le ofrecieron presentes: oro,  incienso y mirra.
Desde el mismo principio de su vida, Jesús fue una persona próspera. Aquí vemos como los reyes del oriente le trajeron presentes valiosos; recuerden que los regalos fueron sacados de sus bolsas de tesoros.
El oro, el incienso y la mirra eran objetos muy valiosos en su época, y eso fue lo que Jesús recibió.
Veamos el significado de la palabra incienso para conocer su valor:
libanos (gr.) procedente de un verbo semítico que significa ser blanco, es una resina vegetal, amarga y brillante, que se obtiene de incisiones en la corteza del arbor thuris, árbol del incienso, y especialmente importado de Arabia. Se utilizaba para quemar en sacrificios (Éxodo 30:7, etc.), o para perfumar (Cantares 3:6). La variedad de la India recibe el nombre de looban. Se encontraba entre las ofrendas traídas por los sabios del Oriente (Mateo 2:11). 
Veamos ahora lo que la mirra:
smurna (gr.) de donde procede el nombre de Esmirna, es término de origen semítico; en hebreo mor, de una raíz que significa amargo. Es una resina gomosa de un arbusto que crece en el Yemen y en regiones circundantes en África. El fruto es liso y un poco más grande que un guisante. El color de la mirra varía desde un amarillo rojizo pálido hasta un marrón rojizo o rojo. Su sabor es amargo, y tiene propiedades astringentes, usándose como antiséptico y estimulante. Se usaba como perfume (Salmo 45:8, donde el lenguaje habla figuradamente de las gracias del Mesías; Proverbios 7:17; Cantares 1:13; 5.5). Era uno de los ingredientes del «aceite de la santa unción» para los sacerdotes (Éxodo 30:23; «mirra excelente»). Se usaba también para la purificación de las mujeres (Ester 2:12); para embalsamar (Juan 19:39); como calmante. Fue uno de los presentes de los magos (Mateo 2:11).
Lo que Dios estaba haciendo era suplir el dinero que iban a necesitar durante su huida a Egipto, debido a la persecución de Herodes.
Lucas 8:1-3
1 Aconteció después,  que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas,  predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios,  y los doce con él,
2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María,  que se llamaba Magdalena,  de la que habían salido siete demonios,
3 Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.
En este verso vemos que Jesús tenía muchos socios en su ministerio que aportaban para sus necesidades; aquí vemos que Lucas nombra a algunas de ellas; y dice que había muchas más; que aportaban de sus bienes.
Aquí la palabra que se usa es polis, que significa una gran cantidad numérica; “no pocas”. Así que Jesús tenía grandes cantidades de mujeres que lo apoyaban económicamente en su ministerio.
Lucas 9:51-58
51  Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba,  afirmó su rostro para ir a Jerusalén.
52  Y envió mensajeros delante de él,  los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos.
53  Mas no le recibieron,  porque su aspecto era como de ir a Jerusalén.
54  Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan,  dijeron: Señor,  ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo,  como hizo Elías,  y los consuma?
55  Entonces volviéndose él,  los reprendió,  diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;
56  porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres,  sino para salvarlas.  Y se fueron a otra aldea.
57  Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas.
58  Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas,  y las aves de los cielos nidos;  mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
¿Jesús no tenía casa donde vivir? ¿De eso habla este pasaje?
Leyendo este pasaje en contexto podemos ver lo que Jesús realmente dijo: “En este momento de mi vida, estoy en movimiento, estoy siguiendo mi camino para cumplir mi misión. No me estoy estableciendo aquí en la tierra, sino estoy en camino para ir al cielo.” 
Hay varios versos que demuestran que Jesús tuvo una casa.
Mateo 4:12-13
12 Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso,  volvió a Galilea;
13 y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí.
En este pasaje vemos que cuando dejó Nazaret se fue a vivir a Capernaum.
La palabra habitar que se usa en este verso es katoikeo que significa literalmente establecerse en una habitación; o fijarse un lugar para habitar.
Vine dice que katoikeo, es el verbo más frecuente con este significado (habitar), y significa propiamente establecerse en una morada, morar fijamente en un lugar.
Es decir, tenía una casa en Capernaúm.
Mateo 9:1
1 Entonces,  entrando Jesús en la barca,  pasó al otro lado y vino a su ciudad.
Mateo 9:1 (Nuevo Testamento de Arcas y Fernandez)
1 Después de esto, Jesús volvió a la barca, atravesó el lago y llegó a la ciudad donde vivía.
Mateo 9:1 (Reina Valera Actualizada)
1 Habiendo entrado en la barca, Jesús pasó a la otra orilla y llegó a su propia ciudad.
En este verso dice que Jesús vino a su ciudad; sabemos que nuestra ciudad es la ciudad en la cual vivimos, en la que se encuentra nuestra casa.
Marcos 2:1
1 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días;  y se oyó que estaba en casa.
La gente escuchó que Jesús estaba en su casa en Capernaum.
Juan 1:35-40
35  El siguiente día otra vez estaba Juan,  y dos de sus discípulos.
36  Y mirando a Jesús que andaba por allí,  dijo: He aquí el Cordero de Dios.
37  Le oyeron hablar los dos discípulos,  y siguieron a Jesús.
38  Y volviéndose Jesús,  y viendo que le seguían,  les dijo: ¿Qué buscáis?  Ellos le dijeron: Rabí  (que traducido es,  Maestro),  ¿dónde moras?
39  Les dijo: Venid y ved.  Fueron,  y vieron donde moraba,  y se quedaron con él aquel día;  porque era como la hora décima.
40  Andrés,  hermano de Simón Pedro,  era uno de los dos que habían oído a Juan,  y habían seguido a Jesús.
Aquí se puede ver más claramente; Jesús llevó a los dos discípulos de Juan a su casa.
Podemos concluir que Jesús tenía una casa en Capernaum.
Veamos ahora como Jesús caminaba en prosperidad aun cuando no tuviera dinero en ese momento.
Mateo 17:24-27
24 Cuando llegaron a Capernaum,  vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas,  y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?
25 Él dijo: Sí. Y al entrar él en casa,  Jesús le habló primero,  diciendo: ¿Qué te parece,  Simón?  Los reyes de la tierra,  ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos?  ¿De sus hijos,  o de los extraños?
26 Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos.
27 Sin embargo,  para no ofenderles,  ve al mar,  y echa el anzuelo,  y el primer pez que saques,  tómalo,  y al abrirle la boca,  hallarás un estatero;  tómalo,  y dáselo por mí y por ti.
Aquí hay otra prueba de que Jesús no fue pobre; cuando era necesario, Jesús utilizaba su poder sobrenatural para satisfacer sus necesidades y las de otros.
Mateo 14:15-21
15  Cuando anochecía,  se acercaron a él sus discípulos,  diciendo: El lugar es desierto,  y la hora ya pasada;  despide a la multitud,  para que vayan por las aldeas y compren de comer.
16  Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse;  dadles vosotros de comer.
17  Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.
18  Él les dijo: Traédmelos acá.
19  Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba;  y tomando los cinco panes y los dos peces,  y levantando los ojos al cielo,  bendijo,  y partió y dio los panes a los discípulos,  y los discípulos a la multitud.
20  Y comieron todos,  y se saciaron;  y recogieron lo que sobró de los pedazos,  doce cestas llenas.
21  Y los que comieron fueron como cinco mil hombres,  sin contar las mujeres y los niños.
Mateo 15: 32-39
32 Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino.
33  Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto,  para saciar a una multitud tan grande?
34 Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete,  y unos pocos pececillos.
35 Y mandó a la multitud que se recostase en tierra.
36 Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a la multitud.
37 Y comieron todos,  y se saciaron;  y recogieron lo que sobró de los pedazos,  siete canastas llenas.
38 Y eran los que habían comido,  cuatro mil hombres,  sin contar las mujeres y los niños.
39 Entonces,  despedida la gente,  entró en la barca,  y vino a la región de Magdala.
En Mateo 14 Jesús alimento cinco mil hombres con 5 panes y 2 pescados; en Mateo 15 a cuatro mil hombres con 7 panes y unos cuantos pescados.
En su ministerio terrenal, Jesús demostró una y otra vez que los recursos necesarios estaban a su disposición.
Juan 13: 27-29
27 Y después del bocado,  Satanás entró en él.  Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer,  hazlo más pronto.
28 Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto.
29 Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta;  o que diese algo a los pobres.
Notemos que cuando Judas traicionó a Jesús los discípulos pensaban que estaba yendo a comprar cosas que faltaban para la fiesta o para dar limosnas a los pobres.
Para cualquiera de estas dos cosas se necesitaba dinero.
Juan 12: 6
6  Pero dijo esto,  no porque se cuidara de los pobres,  sino porque era ladrón,  y teniendo la bolsa,  sustraía de lo que se echaba en ella.
Otra cosa que podemos ver es que Jesús tenía un tesorero que a menudo tomaba del dinero que había en la bolsa.
Si hubiera habido poco dinero, los discípulos se hubieran dado cuenta que faltaba con solo verla; pero evidentemente había una gran cantidad pues los discípulos no se daban cuenta del robo de Judas.
Juan 12: 8
8  Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros,  mas a mí no siempre me tendréis.
Juan 12:8 (Biblia Castilian)
8 A los pobres podéis ayudarlos cuando queráis, porque siempre los tendréis cerca; pero a mí no me tendréis por mucho tiempo entre vosotros.
Juan 12:8 (Palabra de Dios Para Todos)
8 Ustedes siempre tendrán cerca a los pobres, pero no siempre me tendrán a mí.
Notemos las palabras de Jesús: “A los pobres siempre los tendréis, pero a mí no.”
Jesús hizo una clara distinción entre los pobres y él. Notemos que no dijo “siempre tendréis a los pobres como yo.”
Jesús les estaba diciendo; “Yo no soy pobre como ellos.”
Juan 12:1-8
1  Seis días antes de la pascua,  vino Jesús a Betania,  donde estaba Lázaro,  el que había estado muerto,  y a quien había resucitado de los muertos.
2  Y le hicieron allí una cena;  Marta servía,  y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.
3  Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro,  de mucho precio,  y ungió los pies de Jesús,  y los enjugó con sus cabellos;  y la casa se llenó del olor del perfume.
4  Y dijo uno de sus discípulos,  Judas Iscariote hijo de Simón,  el que le había de entregar:
5  ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios,  y dado a los pobres?
6  Pero dijo esto,  no porque se cuidara de los pobres,  sino porque era ladrón,  y teniendo la bolsa,  sustraía de lo que se echaba en ella.
7  Entonces Jesús dijo: Déjala;  para el día de mi sepultura ha guardado esto.
8  Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros,  mas a mí no siempre me tendréis.
Aquí hay otra prueba que Jesús no era pobre; el dejó que se derramase sobre el un perfume que valía el salario de un año. Aquí en el Perú de hoy sería unos 2000 dólares.
Jesús ni se inmuto, sencillamente dijo que se había hecho una buena obra en él.
Lucas 22:35
35  Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa,  sin alforja,  y sin calzado,  ¿os faltó algo?  Ellos dijeron: Nada.
Lucas 22:35 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
35 Luego, Jesús les preguntó a sus discípulos: --¿Recuerdan cuando los envié a anunciar las buenas noticias y les dije que no llevaran dinero, ni mochila ni sandalias? Díganme, ¿les hizo falta algo? Ellos le respondieron: --No Señor, nada nos faltó.
Los discípulos de Jesús testificaron que cuando fueron enviados no les faltó nada. Es decir cuando fueron enviados con la misión de predicar el evangelio todas sus necesidades fueron suplidas.
Juan 19: 23-24
23  Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús,  tomaron sus vestidos,  e hicieron cuatro partes,  una para cada soldado.  Tomaron también su túnica,  la cual era sin costura,  de un solo tejido de arriba abajo.
24  Entonces dijeron entre sí: No la partamos,  sino echemos suertes sobre ella,  a ver de quién será.  Esto fue para que se cumpliese la Escritura,  que dice: Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Y así lo hicieron los soldados.
Aún la ropa que Jesús usaba era tan fina que los soldados romanos echaron suertes por ellas.

¿Jesús fue pobre o rico?

viernes, 22 de agosto de 2014

Principios Bíblicos Financieros 4

La Radiografía del Hombre Próspero
Salmo 112
1  Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
2  Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita.
3  Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre.
4  Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; es clemente,  misericordioso y justo.
5  El hombre de bien tiene misericordia,  y presta; gobierna sus asuntos con juicio,
6  Por lo cual no resbalará jamás; en memoria eterna será el justo.
7  No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme,  confiado en Jehová.
8  Asegurado está su corazón;  no temerá, hasta que vea en sus enemigos su deseo.
9  Reparte,  da a los pobres; su justicia permanece para siempre; su poder será exaltado en gloria.
10  Lo verá el impío y se irritará; crujirá los dientes,  y se consumirá. el deseo de los impíos perecerá.
En este salmo podemos ver la radiografía del hombre próspero.
El verso 1 nos da la clave de su prosperidad, el teme (reverentemente) a Dios y se deleta en gran manera en Su Palabra.
Como dice el Salmo 1:
Salmo 1:1-3
1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2  Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
3  Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace,  prosperará.
Una de las claves principales de la prosperidad es que Dios y Su Palabra son lo primero en su vida; como vimos antes en Deuteronomio 8:18: “Sino acuérdate de Jehová tu Dios,  porque él te da el poder para hacer las riquezas.”
El hombre próspero sabe que Dios es la raíz y la fuente de su autoridad y por eso hace las cosas que Él dice en Su Palabra.
En el verso 2 vemos que su descendencia será poderosa y bendita.
Como decía el salmista en el Salmo 37:25: “No he visto justo desamparado ni su descendencia que mendigue pan.”
En el verso 3 dice: “Bienes y riquezas hay en su casa.”
Dios no quiere que pasemos necesidad; ni que vivamos una vida de segunda clase; como dice en Filipenses 4:19: “Él suple todas nuestras necesidades”.
El Salmo 34:10 dice que los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
Salmo 34:10
34 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
Salmo 34:10 (Nueva Versión Internacional)
34 Los leoncillos se debilitan y tienen hambre, pero a los que buscan al Señor nada les falta. 
Salmo 34:10 (Palabra de Dios Para Todos)
34 Hasta los más poderosos sufren de hambre porque les falta la comida. Pero a la gente que busca ayuda en el Señor nada le hará falta.
Todo lo que queramos está a nuestra disposición; como dijo Pablo en 1 Timoteo 6:17, Dios nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
1 Timoteo 6:17 (Nuevo Testamento de Arcas y Fernández)
17 A los ricos de este mundo incúlcales que no sean arrogantes. Que no pongan su esperanza en algo tan inseguro como el dinero, sino en Dios, que nos concede disfrutar de todo en abundancia.
1 Timoteo 6:17 (Biblia de Jerusalén)
17 A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en lo inseguro de las riquezas sino en Dios, que nos provee espléndidamente de todo para que lo disfrutemos
En los versos 4 y 5 vemos el carácter de la persona justa: es clemente, misericordioso y justo; es una persona compasiva con el necesitado.
Proverbios 19:17
17 A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.
Proverbios 19:17 (Palabra de Dios Para Todos)
17 Ayudar al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios mismo te recompensará.
Proverbios 19:17 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
17 Prestarle al pobre es como prestarle a Dios. ¡Y Dios siempre paga sus deudas!
Eso es lo que hace una persona prospera.
En los versos 5 y 6 vemos que el hombre justo es una persona práctica e inteligente, alguien que gobierna sus asuntos con criterio; lo cual hace que no resbale jamás; pues no hace las cosas de manera alocada,
En los versos 7 y 8 vemos que es un hombre que camina confiado en el Señor; su corazón está firme y seguro a pesar de las circunstancias.
Y en el verso 9 vemos que es una persona dadora; es alguien que reparte y da a las personas en necesidad.
La persona prospera tiene estas características.
2 Corintios 8:9 (La Biblia de las Américas)
9 Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros por medio de su pobreza llegarais a ser ricos.
2 Corintios 8:9 (Nueva Versión Internacional)
9 Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo,  que aunque era rico,  por causa de ustedes se hizo pobre,  para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.
Veamos el significado de las palabras pobreza y riqueza en este pasaje:
La palabra pobreza es ptoqueia, que según Vine significa: “Miseria. Se utiliza de la pobreza que Cristo experimentó voluntariamente en favor nuestro”
La palabra pobre es ptoqueuo que significa: “Ser tan pobre como un mendigo”
La palabra rico es plouteo que significa: “Ser rico; del enriquecimiento de los creyentes por cuanto Él se hizo pobre (2 Corintios 8:9; expresando el tiempo aoristo lo completo de la acción, con resultados permanentes).”
Jesús pagó el precio en la cruz para que seamos esa clase de persona.
Filipenses 2:5-8
5  Haya,  pues,  en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
6  el cual,  siendo en forma de Dios,  no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7  sino que se despojó a sí mismo,  tomando forma de siervo,  hecho semejante a los hombres;
8  y estando en la condición de hombre,  se humilló a sí mismo,  haciéndose obediente hasta la muerte,  y muerte de cruz.
Jesús no era pobre, Él se hizo pobre para poder hacernos personas prósperas.

La pregunta es cuándo es que se hizo pobre.

martes, 19 de agosto de 2014

Principios Bíblicos Financieros - 3

¿Qué es la Prosperidad?
1. Prosperidad Integral
3 Juan 2
2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
La intención y significado de lo Juan oró se refería a las tres áreas distintas de la vida; material, física y espiritual. Su deseo ferviente era que nosotros deberíamos florecer y fructificar, o prosperar en cada en cada aspecto de nuestro ser. Esta es la aplicación correcta de la prosperidad; balanceada, integral, completa e incluso enfatizada.
La palabra griega traducida como “prosperado” es “euodoo”. Euodoo consiste en las palabras “hodos”, que significa un camino, y “eu”, que significa bueno. Es por es que la palabra griega euodoo (traducida “prosperar”) significa literalmente un buen camino o un buen viaje.
Esta misma palabra la encontramos en 1 Corintios 16:2 donde se le da el sentido específico de finanzas:
1 Corintios 16:2
2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
Podemos ver que la palabra prosperar puede ser y es usada en la Escritura para referirse a la prosperidad financiera.
2. El Lugar del Dinero en Nuestras Vidas
A lo largo de los años me he encontrado con personas que dicen que tener dinero es malo, que si lo tienen los conducirá al pecado.
Un cristiano en Chile me dijo una vez: “No quiero dinero porque si lo tengo me volveré loco.”
1 Timoteo 6:6-10
6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Este pasaje no nos dice que la pobreza produce piedad, lo que nos habla es acerca de la motivación que nuestro corazón.
Lo que nos hace daño no es el dinero sino el amor al dinero. El dinero no tiene moral, somos nosotros lo que le damos la moral según el uso que le demos.
Pero también nos habla del lugar en nuestro corazón, el amor al dinero, es decir la codicia es la raíz de todos los males.
Mateo 6:19-21, 24
19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Aquí Jesús nos explica de manera más clara, el asunto no es el dinero, el asunto es el lugar que le ponemos en nuestro corazón; si amamos el dinero, nuestro corazón está ahí.
A Dios no le molesta que tengamos dinero, el asunto es cuál es el lugar que le ponemos en nuestra vida.
1 Timoteo 6:17
17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
1 Timoteo 6:17 (Dios Habla Hoy)
17 A los que tienen riquezas de esta vida, mándales que no sean orgullosos ni pongan su esperanza en sus riquezas, porque las riquezas no son seguras. Antes bien, que pongan su esperanza en Dios, el cual nos da todas las cosas con abundancia y para nuestro provecho.
Nuestra esperanza, nuestra confianza, no debe estar en el dinero, sino en Dios. Él es quien nos prospera y nos da las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
Entonces vemos que no es el dinero lo que es malo, sino el lugar que le ponemos en nuestro corazón.
3. ¿Dios Quiere Que Sus Hijos Sean Pobres?
Al igual que hay gente que ama al dinero, hay personas que se van al otro lado y piensan que todo lo que sea prosperidad es malo.
He escuchado a muchos predicadores decir: “No quiero ninguno de los bienes de este mundo,” porque pensaban que era malo tener los bienes del mundo.
He conocido iglesias que tenían esta actitud hacia sus pastores, no tanto por cuestión de tacañería sino por mala instrucción.
Me recuerdo en Chile de un pastor anciano donde estaba predicando al cual encontré en la calle vendiendo relojes. El trabajo no es algo malo, pero este pastor tenía una congregación regular.
Proverbios 22:4
2 Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.
La humildad no es sinónimo de pobreza, aquí vemos que su remuneración es riquezas, honra y vida.
Que diferente es la forma de pensar de Dios que la del mundo, ellos colocan valores diferentes a las cosas que las que le pone Dios.
Salmo 50:10-12
10 Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados.
11 Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.
12  Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud.
Mientras los creyentes piensan que es malo tener los bienes de este mundo, Dios nos dice que de Él es el mundo y su plenitud.
Hageo 2:8
8 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.
Aquí Dios es más explícito, de Él es la plata y el oro.
Tenemos que cambiar nuestra forma de pensar, y quitarle la gloria que la religión y el pensamiento del mundo le ha dado a la pobreza.
Durante años le he dicho a muchas personas: “Si piensas que las riquezas son malas, ¿por qué te esfuerzas en ganarlas trabajando?”
No, lo malo no son las riquezas, es la codicia, el amor al dinero es lo que lo es.
4. ¿Qué pasó con los siervos de Dios en el Antiguo Testamento?
La idea que Dios quiere que Sus hijos sean pobres, sin tener cosas materiales, es totalmente antibíblica. La Biblia tiene mucho que decir acerca del dinero; acerca de recibirlo para suplir nuestras necesidades materiales, el dar para sostener la obra de Dios y el bendecir a otros.
Es significativo que la mayoría de los siervos de Dios a lo largo de la Biblia tuvieron riquezas. No solo digo que fueron espiritualmente prósperos, sino que también, ¡financieramente ricos!
Veamos el caso de Abraham:
Génesis 13:2
2  Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro.
Podemos ver claramente que Abraham era una persona muy rica.
Veamos ahora el testimonio del siervo de Abraham cuando fue a buscar esposa para Isaac:
Génesis 24:34-35
34 Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham.
24:35 Y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
Job también era muy rico.
La Palabra de Dios dice que antes de sufrir su prueba: “Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales” (Job 1:3).
Durante las pruebas y sufrimientos que soportó, Job perdió su gran riqueza. Pero la historia no terminó ahí, al final Dios no solo le restauró su riqueza, sino que le dio mucho más.
Job 42:12
12 Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas.
En el capítulo 10 de Primera de Reyes dice que la reina de Saba fue a visitar la Rey Salomón para ver si era tan sabio y rico como había oído. Luego de examinarlo, y después de hacerle muchas preguntas difíciles, le dijo: “Pero yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han visto que ni aun se me dijo la mitad; es mayor tu sabiduría y bien, que la fama que yo había oído.” (1 Reyes 10:7).
2 Crónicas 26:3-5
3 De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jecolías, de Jerusalén.
4 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre.
5  Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó.
En este pasaje vemos que durante el tiempo que el Rey Uzias buscó a Dios, Dios lo prosperó. Parece claro que Dios no está contra la prosperidad; de otro modo, habría violado sus propios principios al prosperar al Rey Uzias y a los demás.

Es importante que nos demos cuenta que Dios no está en contra de las riquezas ni de la prosperidad; pero, Él está en contra de que la gente sea codiciosa.

lunes, 18 de agosto de 2014

Principios Financieros Bíblicos - 2

La Voluntad de Dios en cuanto a nuestras Finanzas

1. Dios quiere que nosotros prosperemos
3 Juan 2
2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

3 Juan 2 (Castillian)
2 Querido hermano, ruego a Dios que en todo te vaya bien: que tengas salud, así como prospera tu alma.

3 Juan 2 (Nueva Versión Internacional)
2 Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.
En este pasaje podemos ver la voluntad de Dios acerca de nosotros. Dios quiere que seamos bendecidos en cada área de nuestras vidas.
Recordemos que Juan escribió inspirado por el Espíritu Santo; por eso podemos decir que el deseo u oración de Juan para que su amigo Gayo sea prosperado es el deseo del Espíritu para nosotros.
Aquí vemos que la bendición es triple: Bendición financiera, bendición física y bendición espiritual. Dios no solo quiere que nuestro espíritu prospere sino que también prosperen nuestro cuerpo y nuestras finanzas.
1 Corintios 16:2
2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
En este pasaje vemos que Dios estaba prosperando económicamente a los creyentes corintios  de modo que ellos pudieran participar en la ofrenda para los santos que vivían en Jerusalén.
2. Si Dios prosperó a Israel siendo sus siervos, cuanto más a nosotros que somos Sus Hijos
Salmo 35:27
27 Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, Y digan siempre: Sea exaltado Jehová, Que ama la paz de su siervo.

Salmo 35:27 (Nueva Versión Internacional)
27 Pero lancen voces de alegría y regocijo los que apoyan mi causa,  y digan siempre: “Exaltado sea el Señor, quien se deleita en el bienestar de su siervo."

Salmo 35:27 (Versión Moderna)
27 ¡Canten de gozo y alégrense los que se complacen en mi justicia! y digan siempre: ¡Sea ensalzado Jehová, que se complace en la prosperidad de su siervo!
El término hebreo para “ama” y “se deleita” es “kjaféts” que significa: “agradado, complacido con, amar, complacer, desear, favor, querer, voluntario”.
El término hebreo que se usa para “paz” y “bienestar” es “shalom” que significa: “seguro, bien, feliz, amistoso, bienestar, salud, prosperidad, paz, completo, dichoso, pacíficamente, propicio, prosperidad, salvo, victorioso”.
Y el término para “siervo” es “ebed” que significa: “esclavo, siervo, sirviente, cortesano, criado, jornalero, servidor, servidumbre”.
En este verso vemos todo lo que Dios quiere de nosotros, lo que le complace y le agrada, lo que ama y quiere, lo que es su voluntad.
La voluntad y deseo de Dios es que estemos seguros, que estemos bien, felices, que estemos completos, que tengamos bienestar y prosperidad, que tengamos salud y paz, que vivamos en victoria.
Notemos que este deseo era para Sus esclavos o sirvientes. En el Antiguo Pacto Dios no tenía hijos sino esclavos.
En Hebreos 8:6 dice: “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo,  cuanto es mediador de un mejor pacto,  establecido sobre mejores promesas.”
Si en el Antiguo Pacto el deseo de Dios era que Su “shalom” o paz (con todas sus implicancias) lo recibiesen sus esclavos o siervos, cuanto más en el Nuevo Pacto donde ya no somos esclavos sino hijos.
Gálatas 4:7
7 Así que ya no eres esclavo,  sino hijo;  y si hijo,  también heredero de Dios por medio de Cristo.
Como hijos Dios quiere que recibamos todas las cosas que el ya proveyó para nosotros gratuitamente en Cristo.
Efesios 2:13-14
13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno,  derribando la pared intermedia de separación
Cristo es nuestra paz, Él es nuestro “shalom”, por eso es que por medio de Él recibimos la paz, la salud, la prosperidad, el bienestar, en Él estamos completos.
Efesios 1:17-19
17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza.
Pablo está orando la intención del Espíritu Santo en este pasaje; que tengamos una revelación de quienes somos en Cristo y cuales son las riquezas de de gloria que tenemos en Cristo Jesús.
2 Pedro 1:3
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.
2 Pedro 1:3 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
3 Dios utilizó su poder para darnos todo lo que necesitamos, y para que vivamos como él quiere. Dios nos dio todo eso cuando nos hizo conocer a Jesucristo. Por medio de él nos eligió para que seamos parte de su reino maravilloso.
2 Pedro 1:3 (Nueva Versión Internacional)
3 Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda.
Dios nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, es decir todas las cosas materiales como las cosas espirituales; y ciertamente la prosperidad es algo material.
Dios nos dio todo lo que necesitamos para que podamos vivir la clase de vida que Dios manda, una vida más alta y bendecida de lo que nos podemos imaginar.
Isaías 55:8-11
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,  ni vuestros caminos mis caminos,  dijo Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Hay un tipo de vida más alta, que va más allá que nuestras más poderosas oraciones, nuestros mayores deseos, pensamientos, esperanzas o sueños.
Es la vida de prosperidad que Dios nos ofrece al caminar en Su Palabra.
La prosperidad es algo que nos pertenece, Dios ya nos la dio, no es algo reservado para el futuro cuando estemos en el cielo, es para el día de hoy.
1 Corintios 2:9-12
9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.
Las bendiciones materiales no son solo para cuando estemos en el cielo, sino que también son para ahora que estamos en la tierra.
Dios nos ha dado el Espíritu para saber las cosas que nos ha concedido. Todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad que nos sirven para vivir como Dios manda.
Deuteronomio 8:17-18
17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.
18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
Dios nos ha dado el poder para hacer las riquezas, lo cual es la confirmación del pacto que tenemos con Él.
3. Ejemplos de la prosperidad de Dios
A lo largo de la Biblia podemos ver como Dios bendijo a las personas que estuvieron en pacto con Él.
Por ejemplo en Génesis 13:2 dice: “Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro”
También su hijo Isaac, el hijo de la promesa caminó en riquezas.
Génesis 26:12-16
12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová.
13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso.
14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia.
15 Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra.
16 Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.
Tal era la bendición de Isaac, que la gente de la ciudad en que habitaba como extranjero le tuvo envidia y lo hecho porque se hizo más poderoso que ellos.
Su hijo Jacob también fue prosperado:
Génesis 32:3-5, 13-15
3 Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom.
4 Y les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora;
5 y tengo vacas, asnos, ovejas, y siervos y siervas; y envío a decirlo a mi señor, para hallar gracia en tus ojos.
13 Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú:
14 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
15 treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos.
Notemos que el verso 13 dice que Jacob tomo un presente de lo que le vino a la mano; que tal bendición tenía que le envió solamente lo que estaba mas cerca de él.
Veamos qué pasó con José el hijo de Jacob:
Génesis 41:38-44
38 y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?
39 Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.
40 Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú.
41 Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.
42 Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello;
43 y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.
44 Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.
Notemos que debido al pacto, José llegó a ser la segunda persona más poderosa de Egipto, la potencia mundial de su época.
Salmo 105:37
37 Los sacó con plata y oro; Y no hubo en sus tribus enfermo.
Debido al pacto es que el pueblo de Israel salió con oro y plata de Egipto.
Y tiempo nos falta para hablar de David y de Salomón, quien fue la persona más rica del planeta.

Dios nos ha dado el poder para hacer las riquezas; y eso no fue para hacernos caer en un lazo sino para que disfrutemos de  la prosperidad financiera.