viernes, 25 de julio de 2014

Principios Financieros Bíblicos - 1

Capítulo 1
Definición de Prosperidad
1. Dios quiere que su pueblo tenga lo suficiente para suplir sus necesidades.
1. Dios suplió milagrosamente las necesidades de los israelitas cuando los sacó de Egipto
Los alimentó:
Éxodo 16:13-15
13 Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento.
14 Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra.
15 Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer.
Josué 5:10-12
10 Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó.
11 Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas.
12 Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
Proveyó milagrosamente el agua cuando la necesitaban:
Éxodo 17:1-7
1 Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese.
2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová?
3 Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?
4 Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán.
5 Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve.
6 He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.
7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?
La ropa de los israelita no se echó a perder ni de desgastó durante los cuarenta años que estuvieron en el desierto.
Deuteronomio 29:5
5 Y yo os he traído cuarenta años en el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie.
Elías es un ejemplo de la provisión de Dios:
1 Reyes 17:1-16
1 Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
2 Y vino a él palabra de Jehová, diciendo:
3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
4 Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.
5 Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.
7 Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra.
8 Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo:
9 Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.
10 Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba.
11 Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.
12 Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.
13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.
15 Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días.
16 Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.
2. En el Nuevo Pacto también Vemos el Deseo de Dios de que Su Pueblo sea Prosperado
Mucha gente piensa que las promesas materiales fueron solo para Israel, pero en las Epístolas podemos ver claramente el deseo de Dios de que Su iglesia también sea prosperada.
3 Juan 2
2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
No solo Juan nos habló de este deseo de Dios, Pablo también nos habla de ello.
Filipenses 4:19
19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Cuando nos habla de la ofrenda para los santos de Jerusalén vuelve a tocar el tema.
2 Corintios 9:7-11
7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
9 como está escrito: Repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre.
10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,
11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Podemos ver entonces que el deseo de Dios es tener una iglesia próspera.

viernes, 4 de julio de 2014

Los Hechos de los Apóstoles - Parte 6

Los Hechos de los Apóstoles
Parte 6

Aquí vemos la conclusión del Libro de los Hechos, Pablo siendo encarcelado en Jerusalén y siendo llevado finalmente a Roma, donde estuvo predicando dos años.

21. Viaje a Jerusalén
Al término de su tercer viaje Pablo se propuso ir a Jerusalén.
Hechos 20:16
16 Porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Éfeso, para no detenerse en Asia, pues se apresuraba por estar el día de Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalén.
Sin importar lo que los hermanos y ministros le dijeron por el camino, el decidió ir de todas maneras.
Hechos 21:10-13
10 Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo,
11 quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.
12 Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén.
13 Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.
Pablo estaba dispuesto a cumplir el plan de Dios para su vida sin importar lo que sucediese.
Hechos 21:17-18
17 Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo.
18 Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos.
Cuando llegó, los hermanos lo recibieron con gran alegría, luego fue donde Jacobo, que era la cabeza de la iglesia de Jerusalén, y lo encontró con los ancianos, a los que les contó las grandes cosas que Dios estaba haciendo entre los gentiles por medio de su ministerio, al oír esto todos glorificaron a Dios.
Más adelante los judíos trataron de matarlo pero los soldados romanos lo rescataron y lo llevaron donde el tribuno, al que le pide hablar al pueblo, pero al hacerlo los judíos se alborotaron más y pidieron su muerte.
Luego de eso habla en el concilio y provoco un gran alboroto al dividir a los fariseos y los saduceos, por lo que el tribuno tiene que sacarlo y llevarlo a su fortaleza.
Es ahí donde Dios le dice cuál es su próximo destino:
Hechos 23:11
11 A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma.
Después de estas cosas fue enviado a Cesarea donde el gobernador Felix, quien lo tuvo prisionero aunque con cierta libertad.
Hechos 24:22-26
22 Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de este Camino, les aplazó, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias, acabaré de conocer de vuestro asunto.
23 Y mandó al centurión que se custodiase a Pablo, pero que se le concediese alguna libertad, y que no impidiese a ninguno de los suyos servirle o venir a él.
24 Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo.
25 Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.
26 Esperaba también con esto, que Pablo le diera dinero para que le soltase; por lo cual muchas veces lo hacía venir y hablaba con él.
Fue en este periodo que Pablo escribió las llamadas Epístolas desde la Prisión: Efesios, Filipenses, Colosenses, Filemón.
También tuvo ocasión de predicarles a las principales autoridades de la zona lo cual vemos en los capítulos del 24 al 26.
Finalmente, cuando hay cambio de gobernador, Pablo tiene que apelar al César para no tener que regresar a Jerusalén donde le esperaban para matarlo, y por eso es que es enviado a Roma.
Hechos 26:32
32 Y Agripa dijo a Festo: Podía este hombre ser puesto en libertad, si no hubiera apelado a César.
22. Viaje a Roma
Hechos 27:1        
1 Cuando se decidió que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.
De ahí partieron a Roma en un viaje muy movido, donde Pablo pasó por un naufragio, la mordida de una serpiente y otros contratiempos, para finalmente llegar a Roma.
Hechos 28:16
16 Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase.
Y terminamos el libro de Hechos viendo a Pablo predicando el Evangelio.
Hechos 28:30-31
30 Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían,
31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.