viernes, 4 de julio de 2014

Los Hechos de los Apóstoles - Parte 6

Los Hechos de los Apóstoles
Parte 6

Aquí vemos la conclusión del Libro de los Hechos, Pablo siendo encarcelado en Jerusalén y siendo llevado finalmente a Roma, donde estuvo predicando dos años.

21. Viaje a Jerusalén
Al término de su tercer viaje Pablo se propuso ir a Jerusalén.
Hechos 20:16
16 Porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Éfeso, para no detenerse en Asia, pues se apresuraba por estar el día de Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalén.
Sin importar lo que los hermanos y ministros le dijeron por el camino, el decidió ir de todas maneras.
Hechos 21:10-13
10 Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo,
11 quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.
12 Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén.
13 Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.
Pablo estaba dispuesto a cumplir el plan de Dios para su vida sin importar lo que sucediese.
Hechos 21:17-18
17 Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo.
18 Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos.
Cuando llegó, los hermanos lo recibieron con gran alegría, luego fue donde Jacobo, que era la cabeza de la iglesia de Jerusalén, y lo encontró con los ancianos, a los que les contó las grandes cosas que Dios estaba haciendo entre los gentiles por medio de su ministerio, al oír esto todos glorificaron a Dios.
Más adelante los judíos trataron de matarlo pero los soldados romanos lo rescataron y lo llevaron donde el tribuno, al que le pide hablar al pueblo, pero al hacerlo los judíos se alborotaron más y pidieron su muerte.
Luego de eso habla en el concilio y provoco un gran alboroto al dividir a los fariseos y los saduceos, por lo que el tribuno tiene que sacarlo y llevarlo a su fortaleza.
Es ahí donde Dios le dice cuál es su próximo destino:
Hechos 23:11
11 A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma.
Después de estas cosas fue enviado a Cesarea donde el gobernador Felix, quien lo tuvo prisionero aunque con cierta libertad.
Hechos 24:22-26
22 Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de este Camino, les aplazó, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias, acabaré de conocer de vuestro asunto.
23 Y mandó al centurión que se custodiase a Pablo, pero que se le concediese alguna libertad, y que no impidiese a ninguno de los suyos servirle o venir a él.
24 Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo.
25 Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.
26 Esperaba también con esto, que Pablo le diera dinero para que le soltase; por lo cual muchas veces lo hacía venir y hablaba con él.
Fue en este periodo que Pablo escribió las llamadas Epístolas desde la Prisión: Efesios, Filipenses, Colosenses, Filemón.
También tuvo ocasión de predicarles a las principales autoridades de la zona lo cual vemos en los capítulos del 24 al 26.
Finalmente, cuando hay cambio de gobernador, Pablo tiene que apelar al César para no tener que regresar a Jerusalén donde le esperaban para matarlo, y por eso es que es enviado a Roma.
Hechos 26:32
32 Y Agripa dijo a Festo: Podía este hombre ser puesto en libertad, si no hubiera apelado a César.
22. Viaje a Roma
Hechos 27:1        
1 Cuando se decidió que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.
De ahí partieron a Roma en un viaje muy movido, donde Pablo pasó por un naufragio, la mordida de una serpiente y otros contratiempos, para finalmente llegar a Roma.
Hechos 28:16
16 Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase.
Y terminamos el libro de Hechos viendo a Pablo predicando el Evangelio.
Hechos 28:30-31
30 Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían,
31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.



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