domingo, 22 de noviembre de 2020

Escuela de Sanidad Divina - Lección 8


Lección 8
Otros Métodos para Recibir Sanidad en el Nuevo Testamento Primera Parte


Recibiendo Sanidad a través de los Dones del Espíritu Santo

En 1 Corintios 12:9 dice: “. . . y a otro, dones de sanidades por el mismo espíritu.
Este es un método distinto a los que hemos estudiado; en este método no depende de la fe de la persona sino de Dios.
¿Qué son los dones de sanidades?
Son  manifestaciones  sobrenaturales  del  poder  sanador  de  Dios  que fluyen de un individuo a otro.
Todas las cosas que recibimos de Dios son dones. Por eso, en cierto sentido toda sanidad es un don; pero no toda sanidad es una manifestación del Espíritu. Las  manifestaciones del Espíritu son iniciadas por el Espíritu Santo.
Debemos notar que este pasaje nos habla de dones de sanidades, es decir nos habla en plural. Esto quiere decir que hay un tipo de don para cada enfermedad.
Por ejemplo hay gente que tiene una unción especial para casos de vista, y en sus campañas casi todos los ciegos o gente con problemas de visión son sanados; otros con  problemas de huesos, o de tumores, o cualquiera sea la enfermedad.
A veces estos dones vienen acompañados de otros, como la Palabra de Conocimiento  (una porción del conocimiento de Dios  respecto a eventos pasados  o presentes) o el  Discernimiento  de Espíritus  (una visión en el mundo espiritual respecto a los espíritus que sean de Dios, sean humanos, ó del diablo).
En  mi  ministerio,  he  visto  este  don,  a  través  de  la  Palabra  de Conocimiento, muchas veces sabia que parte del cuerpo de la gente estaba mal.
Recuerdo  un  servicio,  cuando  era  pastor  asistente  de  la  iglesia  “La Palabra de Fe” de Callao, ciudad portuaria en el Perú.
Estaba empezando una serie de enseñanzas basadas en la sanidad divina; después de la adoración, empecé a sentir las zonas del cuerpo en que  la  gente  estaba enferma,  mucha  gente  fue  sanada  de  diversas enfermedades. Al final de la predica, cuando se hizo el llamado para sanidad, no había ningún enfermo, todos habían sido sanados.
En  Hechos  8:5­-8  vemos  los  dones  de  sanidades  en  acción  en  el ministerio de  Felipe, el evangelista: “Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe,  oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;  así que había gran gozo en aquella ciudad.”
Notemos que aquí dice que las sanidades eran de cojos y paralíticos. Evidentemente  Felipe  tenía  dones  de  sanidades  para  las  enfermedades específicas de parálisis y cojera.
Los dones de sanidades, son manifestaciones específicas de sanidad, para gente específica, con necesidades especificas, en momentos específicos.
La gran evangelista Kathryn Kuhlman, tenía muchos de estos dones en sus reuniones. Dios le daba palabra específica, acerca de enfermedades que tenia la gente.
Los  dones  de  sanidades,  son  sanidades  que  Dios  inicia;  y  ocurren cuando el Espíritu Santo desea

Ungiendo con Aceite en el Nombre de Jesús

En Santiago 5:14­-15 dice: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubieren cometido pecados, le serán perdonados.”
Este es el método de sanidad divina en el que se requiere menos fe del enfermo. Pero eso no significa que no se requiera fe, pues, en Hebreos 11:6 dice: “Pero sin fe es  imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
De ahí vemos que la fe es necesaria para poder recibir la sanidad. La pregunta es ¿cómo obtenemos la fe para recibir nuestra sanidad?
En Romanos 10:17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios.” Nuestra fe para recibir sanidad viene de estar oyendo la Palabra de Dios.
Es interesante notar, que en este verso se usa la palabra griega Rhema para palabra. Rhema significa una materia o tema específico; es decir, una materia o específico acerca de la Palabra de Dios. Entonces, la fe viene por el oír, y el oír, por los temas específicos de la Palabra de Dios.
De ahí vemos que la fe para recibir sanidad viene por estar oyendo una y otra vez lo que Dios dice acerca de la sanidad divina en Su Palabra.
Si quieres tener fe recibir tu sanidad tendrás que estar oyendo una y otra vez Isaías  53:4­-5; Mateo 8:17 y 1 Pedro 2:24, donde dice que Jesús tomó nuestras enfermedades y  dolencias; y, que por las llagas de Jesús fuimos curados.
Al ir a la Palabra de Dios sabrás la voluntad de Dios respecto a su voluntad;  y  como  dice  en  1  Juan  5:14­-15:  “Y  esta  es  la confianza  que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa  conforme a su voluntad, él nos oye.  Y  si  sabemos  que  él  nos  oye  en  cualquier  cosa  que  le  pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
En Marcos 1:40­-42 vemos una historia que nos muestra la voluntad de Dios respecto a la sanidad divina: “Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó y le dijo: Quiero, se limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquel, y quedó limpio.”
El leproso sabía que Jesús tenía el poder para sanarlo, pero no sabia si era la voluntad de Dios sanarlo.
En este pasaje Jesús muestra su voluntad hacia las enfermedades, él tiene  misericordia del enfermo y lo sana. Cuando Jesús le dijo al leproso: Quiero, se limpio,” le estaba diciendo al mundo que él quería sanar a todos los hombres. Su voluntad es sanarnos.
En  3  Juan  2  volvemos  a  ver  la  voluntad  de  Dios  respecto  a  la enfermedad: “Amado, yo deseo que tu seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
Una vez más nos encontramos con la voluntad de Dios, él desea que tengamos salud. El no desea que estemos enfermos.
Entonces  al  hacer  la  oración  de  fe  por sanidad,  estamos  orando  la voluntad de Dios, pues Dios quiere que estemos sanos.
Volviendo a la unción con aceite, podemos ver que en este tipo de oración, el enfermo llama a los ancianos de la iglesia para que lo unjan con aceite y hagan la oración de fe por él.
Los discípulos de Jesús usaron este método en Marcos 6:13, cuando Jesús envió a los doce de dos en dos: “Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.
En este tipo de oración, el aceite es un símbolo de la unción del Espíritu Santo, y es un punto de contacto en el cual el enfermo desata su fe para ser sanado. Pero notemos que no es el aceite sino la oración de fe que hacen los ancianos de la iglesia lo que sana al enfermo.
En la Iglesia Católica han reemplazado esta oración por sanidad, por una oración para preparar al enfermo para la muerte. Sin embargo este pasaje dice: “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará.” Es decir, el enfermo no  morirá, el enfermo se  salvará y se levantará de la cama totalmente sano.
Y hay algo mas que dice este pasaje: “Y si hubieren cometido pecados, le serán perdonados.
Muchos  enfermos  piensan que Dios  no los va ha sanar porque han hecho muchas cosas malas. Se sienten indignos de recibir el perdón de Dios. Sin embargo, aquí dice que sus pecados le serán perdonados.
Así que, si no tienes fe para recibir sanidad por ti mismo, anda y llama a los ancianos  de la iglesia para que te unjan con aceite y hagan por ti la oración de fe.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario