El
Ministerio del Espíritu Santo a lo Largo de la Biblia
Primer
Periodo
En
el Antiguo Testamento
A lo largo de nuestro estudio hemos
visto pasajes de la Escritura tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento
que nos hablan del Espíritu Santo.
Primero veremos como se movió en el
Antiguo Testamento.
Génesis 1:1-2 (RV60)
1 En el principio creó Dios los cielos y la
tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del
abismo, y el Espíritu de Dios se movía
sobre la faz de las aguas.
En el mismo momento de la creación
el Espíritu Santo como agente activo está moviéndose sobre la superficie de las
aguas.
Génesis 1:26 (RV60)
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y señoree en los peces del
mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la
tierra.
Al decir “hagamos”, vemos a toda la trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo
involucrados en la creación del hombre.
Éxodo 31:1-5 (RV60)
1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:
2 Mira,
yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur,
de la tribu de Judá;
3 y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte,
4 para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,
5 y en artificio de piedras para
engastarlas, y en artificio de
madera; para trabajar en toda clase de
labor.
Aquí el Espíritu Santo capacitó a
hombres para cumplir con el oficio que dios les había encomendado.
1 Samuel 10:1 (RV60)
1 Tomando entonces Samuel una redoma de
aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó,
y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel?
El Espíritu Santo ungía a los reyes
de Israel para cumplir con su labor.
Nehemías 9:30 (RV60)
30 Les soportaste por muchos años, y les testificaste con tu Espíritu por medio
de tus profetas, pero no
escucharon; por lo cual los entregaste
en mano de los pueblos de la tierra.
También trabajo junto con los
profetas ungiéndolos y testificando por medio de ellos.
Éxodo 40:12-15 (RV60)
12 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta
del tabernáculo de reunión, y los
lavarás con agua.
13 Y harás vestir a Aarón las vestiduras
sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote.
14 Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas;
15 y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio
perpetuo, por sus generaciones.
También ungió a los sacerdotes para
que pudiesen cumplir con su ministerio.
Como conclusión vemos que tanto los
reyes, como los profetas, los sacerdotes y personas que tenían un oficio
relacionado con el servicio eran ungidos por el Espíritu Santo.
2 Pedro 1:19-21 (RV60)
19 Tenemos también la palabra profética más
segura, a la cual hacéis bien en estar
atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la
mañana salga en vuestros corazones;
20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada,
21 porque nunca la profecía fue traída por
voluntad humana, sino que los santos
hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
2 Pedro 1:19-21 (NVI)
19 Esto nos ha confirmado la palabra de los
profetas, a la cual ustedes hacen bien
en prestar atención, como a una lámpara
que brilla en un lugar oscuro, hasta que
despunte el día y salga el lucero de la mañana en sus corazones.
20 Ante todo,
tengan muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la
interpretación particular de nadie.
21 Porque la profecía no ha tenido su origen en
la voluntad humana, sino que los
profetas hablaron de parte de Dios,
impulsados por el Espíritu Santo.
Oro aspecto en que el Espíritu Santo
obró en el Antiguo Testamento fue inspirando los escritos de los profetas y autores
del Antiguo Testamento.
En cada profecía que dieron fueron
inspirados e impulsados por el Espíritu Santo.
1 Pedro 1:10-12 (RV60)
10 Los profetas que profetizaron de la gracia
destinada a vosotros, inquirieron y
diligentemente indagaron acerca de esta salvación,
11 escudriñando qué persona y qué tiempo
indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los
sufrimientos de Cristo, y las glorias
que vendrían tras ellos.
12 A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son
anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo
enviado del cielo; cosas en las cuales
anhelan mirar los ángeles.
El Espíritu Santo fue preparando el
camino para la venida de Jesús a través de los mensajes que dieron los profetas
en el Antiguo Testamento.
Segundo
Periodo
En
la Vida de Jesús
A lo largo de la vida de Jesús
podemos ver que tuvo una relación muy estrecha con Jesús.
Mateo 1:18 (RV60)
18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando
desposada María su madre con José, antes
que se juntasen, se halló que había
concebido del Espíritu Santo.
Desde el momento mismo de la
concepción de Jesús podemos ver la relación que tuvo con el Espíritu Santo.
Lucas 4:14-21 (NVI)
14 Jesús regresó a Galilea en el poder del
Espíritu, y se extendió su fama por toda
aquella región.
15 Enseñaba en las sinagogas, y todos lo admiraban.
16 Fue a Nazaret, donde se había criado, y un sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre. Se levantó para hacer la lectura,
17 y le entregaron el libro del profeta
Isaías. Al desenrollarlo, encontró el lugar donde está escrito:
18 "El Espíritu del Señor está sobre
mí, porque me ha ungido para anunciar
buenas nuevas a los pobres. Me ha
enviado para proclamar libertad a los presos y dar vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos,
19 para proclamar el año del favor del
Señor."
20 Luego enrolló el libro, se lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos los que estaban en la sinagoga lo
miraban detenidamente,
21 y él comenzó a hablarles: “Hoy se cumple esta
Escritura en presencia de ustedes."
Podemos ver como es que el Espíritu
Santo estuvo con Jesús durante su ministerio, dirigiéndolo y ungiéndolo para
realizar la obra que le había sido encomendada.
Hechos 10:38
(Castillian)
38 Y, sin duda, también
sabéis que Dios ungió con el Espíritu Santo y dotó con su propia autoridad a
Jesús de Nazaret, el cual anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que
padecen bajo la opresión del diablo, porque Dios estaba con él.
Parte de la unción que recibió del
Espíritu Santo fue para hacer el bien y para realizar su ministerio de sanidad
divina.
Juan 3:34 (Castillian)
34 Porque el que ha sido
enviado por Dios, habla las propias palabras de Dios, pues el Espíritu de Dios
está en él sin límite ni medida.
Juan 3:34 (BAD)
34 El enviado de Dios
comunica el mensaje divino, pues Dios mismo le da su Espíritu sin restricción.
Jesús recibió la unción total del
Espíritu Santo para su ministerio; sin limites, ni medidas ni restricciones.
Romanos 8:11 (BL95)
11 Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a
Cristo de entre los muertos está en ustedes, el mismo que resucitó a Jesús de
entre los muertos dará también vida a sus cuerpos mortales por medio de su
Espíritu, que habita en ustedes.
Romanos 8:11 (Castillian)
11 Y si el Espíritu de Dios que levantó a Jesús
de entre los muertos vive en vosotros, él mismo hará que vuestros cuerpos
mortales retornen a la vida mediante el mismo Espíritu que vive en vosotros.
El Espíritu Santo también estuvo con
Jesús cuando Él resucitó.
Vemos que el Espíritu Santo estuvo
con Jesús a lo largo de su vida.
Tercer
Periodo
En
el Nuevo Testamento
En esta parte veremos lo que el
Espíritu Santo esta haciendo actualmente tanto con el incrédulo como con el
creyente.
Con el Incrédulo
Juan 16:7-11 (RV60)
7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo
me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
9 De pecado,
por cuanto no creen en mí;
10 de justicia,
por cuanto voy al Padre, y no me
veréis más;
11 y de juicio,
por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
Aquí vemos la triple obra de
convencimiento que hace el Espíritu Santo con el incrédulo; lo convence de
pecado, justicia y juicio.
Lo más importante es que convence al
incrédulo de un pecado, no creer en Jesús.
1 Corintios 12:13 (Castillian)
12 Porque el mismo Espíritu Santo, del que todos
hemos bebido y por el que todos hemos sido bautizados, es el que nos ha hecho
miembros del cuerpo de Cristo, que es uno solo, a pesar de que unos seamos
judíos y otros gentiles, o unos seamos esclavos y otros libres.
El mismo espíritu es el que hizo que
los incrédulos pudiesen formar parte del Cuerpo de cristo a través del Nuevo
Nacimiento.
Romanos 8:2 (RV60)
2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo
Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
El Espíritu de Vida es el que da
vida al incrédulo sacándolo de la ley del pecado y de la muerte.
Con el Creyente
El Espíritu Santo obra en el
creyente de varias maneras, abarcando su espíritu, alma, cuerpo y ministerio.
2 Tesalonicenses
2:13 (RV60)
13 Pero nosotros debemos dar siempre
gracias a Dios respecto a vosotros,
hermanos amados por el Señor, de
que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y
la fe en la verdad.
Por medio de la obra del Espíritu
Santo hemos sido santificados, es decir, consagrados a Dios.
Juan 14:26 (RV60)
26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Con el nuevo nacimiento el Espíritu
Santo se convierte en nuestro tutor y maestro ya que nos enseña todas las cosas
y nos recuerda lo que Jesús os dijo.
Juan 14:15-17 (RV60)
15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce;
pero vosotros le conocéis, porque
mora con vosotros, y estará en vosotros.
El Espíritu Santo es nuestro
consolador.
Jesús cuando dijo que enviaría “otro consolador” estaba diciendo que
enviaría otro consolador del mismo género.
La Versión Amplificada de la Biblia
nos da una idea de lo que hace el Espíritu Santo como consolador.
Juan 14:16 (AMP)
16 Y yo pediré al Padre
y les dará otro Consolador (Consejero, Ayudador, Intercesor, Abogado,
Fortalecedor, Compañero), para que permanezca para siempre con ustedes.
Es nuestro consolador, consejero,
ayudador, intercesor, abogado, fortalecedor,
compañero, y como dicen otras versiones defensor y protector; como ya
vimos antes.
Romanos 8:14 (RV60)
14 Porque todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
El Espíritu Santo es quien guía y
dirige a los creyentes.
Hechos 16:6-10 (RV60)
6 Y atravesando Frigia y la provincia de
Galacia, les fue prohibido por el
Espíritu Santo hablar la palabra en Asia;
7 y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió.
8 Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas.
9 Y se le mostró a Pablo una visión de noche:
un varón macedonio estaba en pie,
rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos.
10 Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para
Macedonia, dando por cierto que Dios nos
llamaba para que les anunciásemos el evangelio.
Aquí podemos ver una clara manera en
la que el Espíritu Santo dirige al creyente, ya que el Espíritu Santo dirigió a
Pablo acerca de donde ir y donde no ir.
Efesios 5:18 (NVI)
18 No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario,
sean llenos del Espíritu.
Otra cosa que hace el Espíritu Santo
es llenarnos; lo cual podemos ver en Pentecostés y en Hechos 4.
Hechos 4:31 (NVI)
31 Después de haber
orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del
Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno.
Los discípulos fueron llenos del
Espíritu Santo y proclamaron la Palabra sin temor alguno.
1 Corintios 3:16
(Castillian)
16 ¿No os habéis dado
cuenta de que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
1 Corintios 6:19
(Castillian)
19 Tened presente que no
os pertenecéis a vosotros mismos, sino que vuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo que habéis recibido de Dios.
A través del Espíritu Santo es que
somos el templo de Dios.
Hechos 1:8 (RV60)
8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria,
y hasta lo último de la tierra.
Al recibir el bautismo con el
Espíritu Santo recibimos el poder de Dios para ser testigos de Jesucristo.
Hebreos 2:4 (NBLH)
4 Dios testificó junto con ellos, tanto por
señales como por prodigios, y por diversos milagros y por dones repartidos del
Espíritu Santo según Su propia voluntad.
El Espíritu Santo sigue obrando hoy
testificando juntamente con nosotros por medio de señales, prodigios, milagros
y por los dones del Espíritu.
Aprendamos a tomar ventaja de todas
las cosas que nos dio el Espíritu Santo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario