Identificados Con Cristo
Romanos 5:12
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
1 Corintios 15:21-22, 45
21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.
Desde el punto de vista de Dios, en el momento que Cristo fue crucificado, muerto, sepultado, resucitado y sentado en los lugares celestiales, nosotros también.
El primer Adán fue la cabeza de una raza de hombres que murió espiritualmente; el postrer Adán es la cabeza de una nueva raza de hombres que nunca antes existió.
Todos los hombres están incluidos en Adán y en todas las cosas en las que participó, pues estamos identificados con él.
La identificación con Cristo es nuestra completa unión con todo lo que él hizo, junto con él pasamos lo que él pasó. La identificación es el aspecto legal de nuestra redención, lo que el Espíritu hace en nosotros es el aspecto vital. La identificación es todo lo que Cristo obtuvo para la nueva criatura.
Doce Aspectos de la Identificación
1. Crucificados con Cristo
Gálatas 2:20
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Ya hemos sido juzgados, condenados, flagelados, desvestidos y crucificados con él.
Romanos 6:6
6 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Participamos en sus sufrimientos y estamos incluidos en su muerte para ya no estar bajo el primer Adán sino bajo Cristo.
Romanos 6:14
14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Hemos muerto y ya no estamos bajo ley sino bajo la gracia.
2. Él Fue Hecho Pecado
2 Corintios 5:21
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
2 Corintios 5:21 (Wuest)
21 Aquel que no conoció pecado de manera experimental, a favor y en vez de nosotros, fue hecho pecado, para que nosotros, podamos convertirnos en la justicia de Dios en Él.
2 Corintios 5:21 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
21 Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo.
2 Corintios 5:21 (Biblia Latinoamericana)
21 Dios hizo cargar con nuestro pecado al que no cometió pecado, para que así nosotros participáramos en él de la justicia y perfección de Dios.
2 Corintios 5:21 (Biblia del Pueblo de Dios)
21 A aquel que no conoció el pecado, Dios lo identificó con el pecado en favor nuestro, a fin de que nosotros seamos justificados por él.
2 Corintios 5:21 (Biblia Castilian)
21 Porque Dios tomó a Cristo, que de sí mismo no conocía el pecado, y le hizo cargar con el nuestro como si fuera suyo; de esta forma, a nosotros, libres ya de toda culpa, Dios nos declara justos.
2 Corintios 5:21 (Versión Torres Amat)
21 El cual por amor de nosotros ha tratado a aquel que no conocía al pecado, como si hubiese sido el pecado mismo, con el fin de que nosotros viniésemos a ser en él justos con la justicia de Dios.
Al ver varias versiones de la Biblia podemos ver la riqueza de la obra de Dios por nosotros por medio de Jesucristo.
A pesar de que Jesús no peco ni conoció por experiencia el pecado; Dios mismo lo idéntico con el pecado a favor de nosotros y en nuestro lugar, al poner sobre Él y cargar nuestro pecado como si fuera suyo.
Todo esto lo hizo con el propósito de librarnos de la pecado para hacernos justos e inocentes, para que en Él participáramos de su justicia y perfección.
Al hacerse pecado Jesús se estaba identificando con los hombres tomando la naturaleza caída para poder tomar nuestro lugar y justificarnos.
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3. Él Fue Hecho Enfermedad
Isaías 53:3-5
3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
En esa cruz Jesús no solo llevó nuestros pecados sino también nuestra enfermedad. Él se hizo enfermedad por nosotros para que no tengamos que sufrir en enfermedad.
Mateo 8:17
17 Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
No tenemos que estar llevando lo que Jesús llevó. Jesús llevó nuestras enfermedades; no hay ningún motivo para que las llevemos en nuestro cuerpo.
Una vez le di un ejemplo a mi hijo Ricardo mientras íbamos a la escuela de Sanidad Divina.
Yo le había estado enseñando que Jesús había llevado nuestras enfermedades, así que le dije: “Supongamos que mi Biblia es la enfermedad, yo soy el enfermo y tu eres Jesús, ahora tu toma la Biblia y llévala”; el me quitó la Biblia y se la llevó, así que le dije: “Eso fue lo que hizo Jesús el tomó nuestras enfermedades y se las llevó, ahora él es quien tiene nuestras enfermedades.”
A veces pensamos que tenemos que ir por la vida llevando nuestras enfermedades; pero, la enfermedad ya no es nuestra, Jesús la tomó y se la llevo, así que no vayas detrás de él, queriendo quitarle tu enfermedad para volverla a sufrir.
4. Él Se Hizo Pobre
2 Corintios 8:9
9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
2 Corintios 8:9 (Nueva Biblia de los Hispanos)
9 Porque conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a ustedes se hizo pobre, para que por medio de Su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.
2 Corintios 8:9 (Dios Habla Hoy)
Porque ya saben ustedes que nuestro Señor Jesucristo, en su bondad, siendo rico se hizo pobre por causa de ustedes, para que por su pobreza ustedes se hicieran ricos.
Fue en la cruz donde Jesús se hizo pobre por nosotros, cuando fue crucificado no tenía ni siquiera el taparrabo que le pusieron para tapar sus partes íntimas, estaba totalmente desnudo.
Durante su ministerio nunca experimentó hambre ni necesidad, todo lo que necesitaba lo tuvo. Pudo alimentar durante todo su ministerio a sus discípulos, dio de comer a los pobres, no le falto donde dormir a él ni a los suyos. Sin embargo, en esa cruz lo dejó todo, murió sin nada.
Es a través de está pobreza que nosotros somos hechos ricos.
Hebreos 8:6
6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
Es a través de nuestra identificación con Cristo que recibimos las bendiciones del nuevo pacto. Todo lo que somos y lo que tenemos es la consecuencia de la obra de Jesús por nosotros.
En el mundo tendremos aflicción y persecución, pero eso no significa que dejemos de recibir las cosas que nos pertenecen.
La tribulación contra el creyente no es la enfermedad ni la pobreza, la tribulación es un ataque contra el creyente debido a la Palabra que ha recibido.
Marcos 4
16 Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo;
17 pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan.
La tribulación o persecución vienen con el propósito de robar la Palabra que fue sembrada en nosotros
Juan 16:33
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
A pesar de las persecuciones que lleguen contra nosotros tenemos la victoria.
5. Hemos Muerto con Él
Isaías 53:9-12
9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
En Hebreo dice “en sus muertes”. Para poder identificarse con nosotros Jesús tuvo que morir tanto física como espiritualmente.
2 Timoteo 2:11-13
11 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él;
12 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará.
13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.
Para vivir con él también debemos morir con él.
Romanos 6:7
7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.
Al morir con Él es que somos justificados del pecado.
1 Pedro 2:24
24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
Jesús se hizo pecado por nosotros para que nosotros podamos vivir.
6. Fuimos Sepultados con Él
Colosenses 2:12-13
12 Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados.
Romanos 6:4
4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
El hecho de haber sido sepultados con Cristo significa que nuestro viejo hombre ya fue sepultado y nosotros somos ahora nuevas criaturas.
7. Él Sufrió Todo por Nosotros
Salmo 88:3, 7
3 Porque mi alma está hastiada de males, mi vida cercana al Seol.
7 Sobre mí reposa tu ira, Y me has afligido con todas tus ondas. Selah
Este Salmo nos habla de los sufrimientos que iba a sufrir Cristo por nosotros.
1 Pedro 3:18
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.
Jesús sufrió en la carne para llevarnos a Dios.
Apocalipsis 1:17-18
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Jesús sufrió los tormentos del infierno, la ira y separación de Dios y debido a eso paralizó a Satanás y le quitó las llaves de la muerte y el hades.
8. Vivificados con Él
Colosenses 2:13
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados.
Efesios 2:5
5 Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).
Nosotros que estábamos muertos hemos recibido la vida eterna juntamente con Jesucristo.
Romanos 6:5
5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección.
Hechos 13:33
33 La cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.
1 Pedro 3:18
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.
A través de la resurrección de Jesús es que nosotros somos llevados a Dios,
9. El Fue Hecho Justo
Romanos 3:21-26
21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
Somos justos por la obra de Dios en Cristo, y por eso es que tenemos la naturaleza de Dios en nuestras vidas.
Romanos 4:24
24 Sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro,
25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.
Jesús fue hecho justo cuando resucito a fin de poder justificarnos.
10. Conquistó a Satanás
Apocalipsis 1:17-18
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
En su resurrección Jesús conquistó el reino de Satanás y tomó dominio sobre él.
Mateo 28:18
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra
Jesús recibió la autoridad que el diablo tenía sobre la tierra.
Colosenses 2:15
15 Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
En la cruz Jesús despojó al diablo y sus huestes de su poder y autoridad.
Hebreos 2:14
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo
Este verso es un poco engañoso en la revisión Reina Valera de 1960, nos hace pensar que Satanás fue destruido, pero veamos que dicen otras versiones.
El Nuevo Testamento de Arcas y Fernández dice: “Y como los miembros de una familia participan de una misma carne y sangre, también Jesús comparte carne y sangre con los hombres. Puede así, con su muerte, reducir a la impotencia al señor de la muerte, es decir, al diablo”
Esta versión dice que Satanás fue reducido a la impotencia.
Veamos lo que dice la Biblia Latinoamericana: “Puesto que esos hijos son de carne y sangre, Jesús también experimentó esta misma condición y, al morir, le quitó su poder al que reinaba por medio de la muerte, es decir, al diablo.
Aquí dice que le quito su poder a Satanás.
La Biblia de las Américas lo describe así: “Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo.”
Aquí vemos que anuló su poder.
La Palabra de Dios Para Todos dice: “Los hijos de una familia son seres de carne y hueso, por eso Jesús se hizo de carne y hueso igual que ellos. Sólo así pudo morir y con su muerte derrotar al diablo, quien tenía el poder de la muerte.”
Entonces, vemos que Jesús no destruyo a Satanás lo que hizo fue quitarle y anular su poder, reduciéndolo a la impotencia.
Romanos 8:37
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Nos identificamos con esta victoria en el hecho de que somos más que vencedores, es decir, Jesús ya venció la batalla, ahora nosotros disfrutamos de la victoria.
11. Somos Resucitados con Él
Romanos 6:5
5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección.
El ser plantados juntamente con Jesús en su resurrección, significa que Dios acepto el sacrificio de Jesús en la cruz y que podemos disfrutar de la vida eterna.
Efesios 1:19, 20, 2:1
19 y cuál la extraordinaria grandeza de su poder con respecto a nosotros, los que creemos, según la eficacia del poder de su fuerza
20 que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo,
2:1 Y a vosotros, que estabais muertos por las culpas y pecados.
Nosotros somos también identificados con Cristo en su resurrección.
12. Se Sentó
Hebreos 1:3
3 El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.
Colosenses 3:1
1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Jesús habiendo acabado su obra en la tierra se sentó a la diestra de Dios; esto significa que ya no le toca a él hacer la obra aquí en la tierra sino a nosotros.
Juan 19:30
30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
Su obra ya terminó, el pagó el precio de nuestra redención por tanto hagamos nosotros las obras de Dios en la tierra.
Efesios 2:4-7
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo(A) (por gracia sois salvos),
6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Jesús terminó su obra y nosotros estamos sentados con el en el mismo trono de autoridad en que Él está.
Romanos 5:17
17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
La Versión Amplificada dice que “reinemos como reyes en vida”; es decir, ya que estamos sentados en el mismo trono de Jesús, reinemos en esta vida como reyes.
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