martes, 8 de abril de 2014

Los Dones del Espíritu 8 (Rubén Maraví)

Los Dones de Sanidades


1 Corintios 12:9 
9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, DONES DE SANIDADES por el mismo Espíritu.

LO QUE ES Y LO QUE NO ES.

Estos dones no tienen nada que hacer con la ciencia médica o el aprendizaje humano.

Hechos 28:8-9 
8 Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó.
9 Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;

Aunque Lucas -quien viajaba con Pablo- era médico, sin  embargo, la  gente traía sus enfermos a Pablo para ser ministrados.

Damos gracias a Dios por los médicos porque ellos hacen mucho bien, no estamos en contra de la medicina. No es fe el estar en contra de la medicina.

El propósito de estos dones de sanidades es liberar a los enfermos y destruir las obras del diablo en el cuerpo humano.

Fue sólo después de ser bautizado en el río Jordán y luego que el Espíritu Santo descendió sobre El que el Señor Jesús empezó a sanar a  los enfermos.

Juan 14:10 
10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

Hechos 10:38 
38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y SANANDO a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Lucas 4:18 
18 El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a SANAR a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos.

La Biblia implica en Juan 3:34 que Jesús tenía el Espíritu sin  medida, por lo tanto podemos ver una completa manifestación de estas cosas en su ministerio que no veríamos en nadie más.

Juan 3:34 
34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.

En la Biblia de las Américas se entiende mejor:

Juan 3:34
34 Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, pues El da el Espíritu sin medida.

En Jesús se manifestaron TODOS los dones de sanidades. Por lo cual toda clase de dolencias y toda clase de enfermedades que habían en su tiempo y lugar fueron sanadas bajo su ministerio.

1 Corintios 12:9 
9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, DONES de SANIDADES por el mismo Espíritu.

Observemos que la  Palabra dice "DONES de SANIDADES" PLURAL, DONES de SANIDADES. Muy posiblemente porque hay diferentes tipos de enfermedades y cada uno de los dones de sanidades sana una dolencia específica.

¿Sabía Ud. que uno de los dones de sanidades sana el SIDA? ¿Y que otro sana el cáncer? ¿Y aún otros que sanan las temibles epidemias africanas producidas por virus como el Ebola?

Existen dones de sanidades que aún no se han manifestado porque hay ciertas enfermedades que aún no se han manifestado, pues Dios ha hecho una provisión abundante de vida por medio de Cristo Jesús.

Existe una diferencia entre recibir por fe en la Palabra de Dios la demostración del poder de Dios y el recibir por medio de las manifestaciones del Espíritu Santo QUE SON MANIFESTADAS DE UN INDIVIDUO A OTRO. TODAS LAS SANIDADES SON DE DIOS PERO LA DIFERENCIA ESTA EN EL CANAL.

Veamos un poquito esta diferencia:

Proverbios 4:20-22
20 Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones.
21 No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón;
22 Porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.

La Biblia nos enseña que si tenemos la Palabra de Dios en primer lugar en nuestras vidas:

- Estando atentos a la Palabra.
- Inclinando nuestro oído a Sus razones.
- No apartando nuestros ojos de Ella. Equivalente a pensar (incluyendo el imaginar) lo que la Biblia dice es la verdad.
- Guardándolas en medio de nuestro corazón o espíritu (y uno hace esto por medio de la meditación bíblica de la Palabra).

Josué 1:8
8 NUNCA SE APARTARA DE TU BOCA este libro de la ley, SINO QUE de día y de noche MEDITARAS en él, para que GUARDES Y HAGAS conforme a todo lo que en él está escrito; PORQUE ENTONCES HARAS PROSPERAR TU CAMINO, Y TODO TE SALDRÁ BIEN."

Las Escrituras nos son muy claras cuando nos indican qué y cómo es el meditar la Palabra de Dios: NUNCA SE APARTARA DE TU BOCA SINO QUE CONTINUAMENTE MEDITARAS.

ESTO ES LO QUE DICE: Cuando la Palabra de Dios se aparta de tu boca no estás meditando la Palabra de Dios y CUANDO LA PALABRA DE DIOS ESTA CONTINUAMENTE EN TU BOCA ESTAS MEDITÁNDOLA.

Entonces cuando la meditas LA GUARDARAS Y HARAS conforme a lo que meditas Y HARAS PROSPERAR TU CAMINO, Y TODO TE SALDRA BIEN.

Por ejemplo cuando medito:

Isaías 53:4-5
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Lo hago de este modo: "Ciertamente Jesús llevó mis enfermedades y sufrió mis dolores, él fue herido por mis rebeliones y molido por mis pecados, el castigo de mi paz fue sobre él y por su llaga fui sanado".

Al igual que:

Mateo 8:16-17 
16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y CON LA PALABRA ECHO fuera a los demonios, Y SANO a todos los enfermos; 
17 para que se cumpliese (en el original griego: CUMPLIESE Y SE SIGA CUMPLIENDO) lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

Así: "Gracias Señor que se sigue cumpliendo que Tú tomaste mis enfermedades y llevaste mis dolencias".

Y además:

1 Pedro 2:24 
24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

De este modo:

"Señor, Tú llevaste mis pecados en tu cuerpo sobre el madero, ahora yo estoy muerto a los pecados y vivo a la justicia y por tu herida fui sanado".

Esto lo hago de continuo: CREYENDO Y MEDITANDO y... entonces la Palabra de Dios es VIDA a aquellos que las hallamos y MEDICINA A TODO NUESTRO CUERPO.

Romanos 10:17 
17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Esto es básicamente el recibir por fe. Personalmente he recibido sanidades diversas de este modo sin que nadie haya orado por mí. Entendiendo que esto es un proceso, al inicio de mi vida cristiana me era necesario que oraran por mí y aún ahora no digo que no necesitaré que oren, PUES NOS NECESITAMOS UNOS A OTROS.

ES IMPORTANTE ACLARAR QUE NO ESTOY DICIENDO que si alguien se enferma es porque está en pecado o algo así, o "si simplemente dices algo lo tendrás".

ESTOY DICIENDO HAY SANIDAD DISPONIBLE PARA TODO AQUEL QUE PONE LA PALABRA EN PRIMER LUGAR EN SU VIDA CREYÉNDOLA, MEDITÁNDOLA CONTINUAMENTE Y PONIÉNDOLA POR OBRA.

Alguien dijo que cada vez que uno recibe sanidad, es por los dones de sanidades en operación, PERO NO ES ASI. Uno puede recibir por fe en la Palabra de Dios la demostración del poder de Dios.

Algo más que es necesario ver con respecto a esto se encuentra en:

1 Corintios 12:28-31 
28 Y A UNOS PUSO DIOS EN LA IGLESIA, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?
30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?
31 Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.

Este pasaje NO está hablando de las manifestaciones del Espíritu Santo, sino de "UNOS" hombres equipados con estas manifestaciones para bendición de la iglesia.

Esta escritura no está hablando de la sanidad que es dada a una persona para su propio beneficio, sino de un ministrar sanidad para bendecir a otros.

¿Tienen todos dones de sanidades? (Para mayor claridad aún, yo añadiría: ¿Ti enen todos dones de sanidad PARA MINISTRAR PÚBLICAMENTE A OTROS?) No, no todos los tienen.

COMO VIENE, EJEMPLOS, SU USO.

He notado en mi propio ministerio -tanto como en otros que tienen estos dones operando en sus vidas o ministerios- que aquellos hermanos a los cuales ministro con algunas específicas clases de dolencias casi siempre el 100 % de ellos sanan. Sin embargo ello no sucede con todos los tipos de dolencias.

Más específicamente, cuando ministro hermanos con hernias, bultos y/o tumores éstos casi siempre se sanan.

Recuerdo ahora mismo el caso -entre muchos- de unas hermanas, una en Madrid - España - quien se acercó para ser ministrada para sanidad y tenía el vientre sumamente hinchado a causa de un crecimiento anormal de un bulto, en ese momento el Espíritu Santo me instruyó para darle un golpe en el vientre (NUNCA DEBEMOS IMITAR UNA MANIFESTACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO, SINO ESPERAR CADA VEZ SUS INSTRUCCIONES) y cuando lo hice inmediatamente el vientre se redujo de tal manera que su ropa le quedaba mucho muy suelta; y la otra hermana en Minsk - Belorusia - quien vino con una hernia de más de 5 kilogramos que desapareció por el poder del Espíritu apenas la tocaba.

He ministrado gente por sanidad imponiendo manos en fe sin ninguna manifestación del Espíritu Santo en mí. Sin embargo la manifestación física de su sanidad viene a ellos muy a menudo, es decir la demostración del poder de Dios se hace presente.

Pero algunas veces se han manifestado a través de mi ministerio los dones de sanidades y han fluido junto con palabra de conocimiento.

La gente puede ser sanada directamente por creer la Palabra de Dios y esto sería una demostración del poder de Dios. Pero también puede ser sanada por medio de la manifestación de los dones de sanidades, manifestándose por medio de un individuo.

En Octubre de 1990, en un viaje misionero al Cuzco -una ciudad al interior de la nación del Perú- estando en una estación de televisión recibí una palabra de conocimiento acerca de un camarógrafo que tenía una dolencia en su hombro derecho, le pregunté y tenía la clavícula derecha fracturada, oramos por él y fue sanado instantáneamente. El no tenía fe así que tuvo que ser la manifestación de los dones de sanidades.

En Julio de 1988, en la ciudad de Arequipa durante un servicio,  cuando oraba por los enfermos, se acercó a mi una persona que sollozaba y que tenía la clavícula fisurada en ambos hombros, sin pensar en lo que hacia y con un impulso doble de compasión que amaba a la persona y aborrecía la enfermedad, literalmente salté hasta él y lo tomé por ambos hombros y lo sacudí fuertemente gritando: 'Sé sano'. Inmediatamente fue sanado y el dolor desapareció.

¡Gloria a Dios por las manifestaciones del Espíritu Santo!

Si fluimos con ellas muchos serán aliviados de sus dolencias y al ver ello las multitudes vendrán a oír nuestro glorioso evangelio.

El Señor Jesús también fluyó mucho con los dones de sanidades, por ejemplo El escupió, hizo lodo y se lo puso en los ojos de un ciego.

Notemos que Jesús pasaba por allí (Juan 9:1 "Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento"), no le enseñó la Palabra, así que no fue por la fe del ciego que éste recibió su sanidad, fue por medio de la manifestación del Espíritu Santo de los dones de sanidades.

Juan 9:6-7
6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,
7 y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.

En un momento dado habían muchos enfermos, pero Jesús se acercó sólo a uno. Otra vez fue la manifestación de los dones de sanidades.

Juan 5:2-9 
2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.
3 En éstos yacía UNA MULTITUD DE ENFERMOS, CIEGOS, COJOS Y PARALÍTICOS, que esperaban el movimiento del agua.
4 Porque UN ÁNGEL descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.
5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?
7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo[a] aquel día.

Al igual que el hecho de sólo meterse en el estanque -cuando el ángel de Dios agitaba las aguas- aquellos enfermos sanaban, esto también era una manifestación de los dones de sanidades.

Es necesario decir que muchas veces en algunos ministerios en quienes se manifiestan estos dones de sanidades, se han manifestado por medio de ángeles, ello NO SIGNIFICA que los ángeles puedan sanar a alguien.

Un ángel no sana a nadie, es una manifestación del Espíritu Santo de los dones de sanidades que se manifiesta por medio un ángel. Al igual que -por ejemplo- la palabra de conocimiento puede ser traída por un ángel.

Podemos ver muchos otros ejemplos de estas manifestaciones de los dones de sanidades,  por ejemplo el de Naamán el sirio y el hundirse 7 veces en Jordán.

2 Reyes 5:1-27 
1 Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso.
2 Y de Siria habían salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de Naamán.
3 Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.
4 Entrando Naamán a su señor, le relató diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel.
5 Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré cartas al rey de Israel. Salió, pues, él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos.
6 Tomó también cartas para el rey de Israel, que decían así: Cuando lleguen a ti estas cartas, sabe por ellas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra.
7 Luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.
8 Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.
9 Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo.
10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: VE Y LÁVATE SIETE VECES EN EL JORDÁN, Y TU CARNE SE TE RESTAURARÁ, Y SERÁS LIMPIO.
11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra.
12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.
13 Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?
14 El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.
15 Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se puso delante de él, y dijo: He aquí ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que recibas algún presente de tu siervo.
16 Mas él dijo: Vive Jehová, en cuya presencia estoy, que no lo aceptaré. Y le instaba que aceptara alguna cosa, pero él no quiso.
17 Entonces Naamán dijo: Te ruego, pues, ¿de esta tierra no se dará a tu siervo la carga de un par de mulas? Porque de aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni ofrecerá sacrificio a otros dioses, sino a Jehová.
18 En esto perdone Jehová a tu siervo: que cuando mi señor el rey entrare en el templo de Rimón para adorar en él, y se apoyare sobre mi brazo, si yo también me inclinare en el templo de Rimón; cuando haga tal, Jehová perdone en esto a tu siervo.
19 Y él le dijo: Ve en paz. Se fue, pues, y caminó como media legua de tierra.
20 Entonces Giezi, criado de Eliseo el varón de Dios, dijo entre sí: He aquí mi señor estorbó a este sirio Naamán, no tomando de su mano las cosas que había traído. Vive Jehová, que correré yo tras él y tomaré de él alguna cosa.
21 Y siguió Giezi a Naamán; y cuando vio Naamán que venía corriendo tras él, se bajó del carro para recibirle, y dijo: ¿Va todo bien?
22 Y él dijo: Bien. Mi señor me envía a decirte: He aquí vinieron a mí en esta hora del monte de Efraín dos jóvenes de los hijos de los profetas; te ruego que les des un talento de plata, y dos vestidos nuevos.
23 Dijo Naamán: Te ruego que tomes dos talentos. Y le insistió, y ató dos talentos de plata en dos bolsas, y dos vestidos nuevos, y lo puso todo a cuestas a dos de sus criados para que lo llevasen delante de él.
24 Y así que llegó a un lugar secreto, él lo tomó de mano de ellos, y lo guardó en la casa; luego mandó a los hombres que se fuesen.
25 Y él entró, y se puso delante de su señor. Y Eliseo le dijo: ¿De dónde vienes, Giezi? Y él dijo: Tu siervo no ha ido a ninguna parte.
26 El entonces le dijo: ¿No estaba también allí mi corazón, cuando el hombre volvió de su carro a recibirte? ¿Es tiempo de tomar plata, y de tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas?
27 Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.

Otro ejemplo muestra que por medio de los dones de sanidades en manifestación la sombra de Pedro sanaba.

Hechos 5:12-16
12 Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.
13 De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente.
14 Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres;
15 tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, A LO MENOS SU SOMBRA CAYESE SOBRE ALGUNO DE ELLOS. 
16 Y AUN DE LAS CIUDADES VECINAS MUCHOS VENÍAN A JERUSALÉN, TRAYENDO ENFERMOS Y ATORMENTADOS DE ESPÍRITUS INMUNDOS; Y TODOS ERAN SANADOS.

Recordemos que si se trata de sanidad, en cuanto a las  manifestaciones del Espíritu  santo, se trata de los dones de sanidades, aún cuando se tratan de milagros de sanidad.

¡Comparta estos estudios con alguien más, Ud. es bendecido, ellos lo serán y Dios recibirá la Gloria para siempre!





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