Los
Nombres del Espíritu Santo – Parte 2
Nombre
#6
El
Espíritu de Cristo
Romanos 8:9 (RV60)
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en
vosotros. Y si alguno no tiene el
Espíritu de Cristo, no es de él.
En este pasaje vemos que el hecho de
poseer el Espíritu de Cristo nos identifica como perteneciente a él.
Nombre
#7
El
Espíritu de Su Hijo
Gálatas 4:6 (RV60)
6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu
de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
Gálatas 4:6 (BLS)
6 Ahora, como ustedes
son sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a vivir en ustedes. Por
eso, cuando oramos a Dios, el Espíritu nos permite llamarlo: "Papá,
querido Papá".
Gálatas 4:6 (RV60)
6 Y Dios, por ser sus
hijos, ha enviado a nuestros corazones al Espíritu de su propio Hijo Jesucristo,
de modo que también nosotros, sin ningún temor, podemos llamarle Padre.
Este nombre nos habla de la relación
que podemos tener con el Padre, no una relación distante sino una relación de
amor y comunión íntima.
Dios ya no es solo es Dios para nosotros,
Él es nuestro Padre, y ahora nosotros podemos llamarlo sin ningún temor:
“Querido padre”.
Nombre
#8
El
Espíritu de Jesucristo
Filipenses 1:19 (RV60)
19 Porque sé que por vuestra oración y la
suministración del Espíritu de Jesucristo,
esto resultará en mi liberación
Filipenses 1:19 (BAD)
19 Porque sé que, gracias a vuestras oraciones y
a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo, todo esto resultará en mi
liberación.
Filipenses 1:19
(Castillian)
19 Además sé que todo ello redundará en mi
propio beneficio, en mi liberación, gracias a vuestras oraciones y al auxilio
del Espíritu de Jesucristo.
Cuando oramos por las personas que
ministran; Dios les provee la misma ayuda, auxilio y suministración que sostuvo
a Jesús durante su ministerio.
El hecho que se use el artículo “y” en
este verso muestran que tanto la oración como la suministración están
relacionadas.
Nombre
#9
El
Espíritu de Santidad
Romanos 1:4 (RV60)
4 Que fue declarado Hijo de Dios con
poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos.
Romanos 1:4 (EUNSA)
4 Constituido Hijo de Dios con poder según el
Espíritu de santificación por la resurrección de entre los muertos.
Romanos 1:4 (EUNSA)
4 Y que fue declarado Hijo de Dios con un acto
de poder, conforme al Espíritu de santidad, por (como resultado de) la
resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo.
A primera vista parece que no
hubiera mucha diferencia entre los nombres Espíritu Santo y Espíritu de
Santidad.
El Espíritu Santo nos habla del
carácter santo del Espíritu; pero el Espíritu de Santidad no solo nos habla de
su carácter santo, sino también de su capacidad para impartir santidad a otros.
1 Pedro 1:2 (RV60)
2 Elegidos según la presciencia de Dios Padre
en santificación del Espíritu, para
obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean
multiplicadas.
1 Pedro 1:2 (JER)
2 Según el previo conocimiento de Dios Padre,
con la acción santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser
rociados con su sangre. A vosotros gracia y paz abundantes.
1 Pedro 1:2 (PDT)
2 Según el plan de Dios, él los escogió de
antemano. También por medio del Espíritu los purifica para que lo obedezcan y
queden limpios con la sangre de Jesucristo. Reciban de Dios generoso amor y
paz.
Esa perfecta santidad que posee es
impartida a todo aquel que recibe a Jesús y es nacido de nuevo.
Nombre
#10
El
Espíritu Santo de la Promesa
Efesios 1:13-14 (RV60)
13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa,
14 que es las arras de nuestra herencia hasta la
redención de la posesión adquirida, para
alabanza de su gloria.
Efesios 1:13-14 (DHH)
13 Gracias a Cristo, también ustedes que oyeron
el mensaje de la verdad, la buena noticia de su salvación, y abrazaron la fe,
fueron sellados como propiedad de Dios con el Espíritu Santo que él había
prometido.
14 Este Espíritu es el anticipo que nos garantiza
la herencia que Dios nos ha de dar, cuando haya completado nuestra liberación y
haya hecho de nosotros el pueblo de su posesión, para que todos alabemos su
glorioso poder.
Efesios 1:13-14 (NVI)
13 En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el
Espíritu Santo prometido.
14 Éste garantiza nuestra herencia hasta que
llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su
gloria.
El Espíritu Santo es la gran promesa
del Padre y del Hijo.
Al momento de recibir a Jesús somos
sellados y marcados como propiedad de Dios con el Espíritu Santo prometido.
Este sello del Espíritu es las arras,
anticipo y garantía que nos garantiza la herencia que Dios nos ha dado hasta
nuestra redención final.
Hechos 1:4-5 (RV60)
4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual,
les dijo, oísteis de mí.
5 Porque Juan ciertamente bautizó con
agua, mas vosotros seréis bautizados con
el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
La gran promesa del Padre era que el
Espíritu Santo iba a vivir dentro de personas.
El hecho de recibir el Espíritu Santo
de la promesa significa que somos de Dios, que hemos sido sellados con el
Espíritu y podemos recibir todas las bendiciones de Dios.
En este verso de Hechos la promesa del
Padre se refiere específicamente a que iban a recibir el Bautismo con el
Espíritu.
Hechos 1:8 (RV60)
8 Pero recibiréis
poder, cuando haya venido sobre vosotros
el Espíritu Santo, y me seréis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria,
y hasta lo último de la tierra.
Hechos 1:8 (Castillian)
8 Sin embargo, cuando el
Espíritu Santo venga sobre vosotros, recibiréis la fuerza necesaria para ser
mis testigos en todas partes: en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta
el último rincón de la tierra.
Hechos 1:8 (EUNSA)
8 Sino que recibiréis la
fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos
en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra.
Hechos 1:8 (RV2000)
8 Mas recibiréis la
virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en
Jerusalén, y en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Veamos un momento el termino “poder,
fuerza o virtud” en el diccionario Strong’s en español:
G1411
δύναμις dúnamis; de G1410;
fuerza (lit. o fig.); espec. poder milagroso (por lo general por
impl. un milagro en sí mismo):-eficacia, fuerza, impetuoso, maravilla,
milagro, capacidad, dar, poder, poderosamente, potencia, potestad.
Aquí vemos que la promesa del Padre o
Bautismo con el Espíritu es el poder milagroso que vendría y descendería sobre
los creyentes para capacitarlos para ser testigos.
La promesa del Padre tiene dos
aplicaciones; el sello del Espíritu dentro de nosotros y el Bautismo con el
Espíritu sobre nosotros.
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