Los
Nombres del Espíritu Santo – Parte 1
Al estudiar los nombres del Espíritu
Santo veremos como nos muestran su carácter; estos nombres no solo son
designaciones o identificaciones; sino la revelación de su naturaleza,
atributos y obras.
Hay cerca de 350 pasajes de la Biblia
que hacen referencia del Espíritu Santo; en ellos podemos ver cerca de 50
nombres o títulos diferentes.
En este estudio no veremos todos sino
aquellos que nos ayudan a entender la naturaleza o actividad del Espíritu
Santo.
Nombre
#1
El
Espíritu Santo
Lucas 11:13 (RV60)
13 Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el
Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Este nombre lo encontramos
constantemente en la Biblia y es el nombre con el que estamos más
familiarizados.
Este nombre enfatiza la esencia misma
de su carácter moral, Él es santo.
Isaías 6:3 (RV60)
3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo,
santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Como decían los serafines: Él es
santo.
Adicionalmente podemos ver que es el
regalo más precioso que nuestro Padre Celestial ha dispuesto darnos.
Nombre
#2
El
Espíritu de Dios
1 Corintios 3:16 (RV60)
16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
1 Corintios 6:19 (RV60)
19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Este nombre nos muestra el origen
divino, la naturaleza y el poder del Espíritu Santo.
Nombre
#3
El
Espíritu
Este es el nombre más simple con que
menciona al Espíritu Santo.
Salmo 104:30 (RV60)
30 Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra.
El Espíritu tiene poder creador en
si mismo.
Juan 3:5-8 (RV60)
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de
Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Os es
necesario nacer de nuevo.
8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
El Espíritu que tiene poder para
crear es el mismo que produce el nuevo nacimiento que es el renacimiento del
espíritu humano.
Ezequiel 36:25-27 (RV60)
25 Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras
inmundicias; y de todos vuestros ídolos
os limpiaré.
26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de
vosotros; y quitaré de vuestra carne el
corazón de piedra, y os daré un corazón
de carne.
27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
A través del nuevo nacimiento se
produce un milagro en nuestras vidas, el corazón de piedra que teníamos es
cambiado por uno de carne; nuestro espíritu que estaba muerto ha resucitado.
1 Corintios 2:10-12
(RV60)
10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el
Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios.
11 Porque
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en
él? Así tampoco nadie conoció las cosas
de Dios, sino el Espíritu de Dios.
12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del
mundo, sino el Espíritu que proviene de
Dios, para que sepamos lo que Dios nos
ha concedido
Otra característica de este nombre
es que nos muestra la omnisciencia de Dios, es decir el atributo divino de
conocer todas las cosas.
Nombre
#4
El
Espíritu de Jehová
Isaías 11:1-2 (RV60)
1 Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
2 Y reposará sobre él el Espíritu de
Jehová; espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de
poder, espíritu de conocimiento y de
temor de Jehová.
Encontramos este nombre en esta
profecía mesiánica.
Isaías 11:1-2 (RV60)
1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre
mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los
abatidos, a vendar a los quebrantados de
corazón, a publicar libertad a los
cautivos, y a los presos apertura de la
cárcel;
2 a proclamar el año de la buena voluntad de
Jehová, y el día de venganza del Dios
nuestro; a consolar a todos los
enlutados.
Encontramos este verso mesiánico cuya
aplicación se encuentra en el ministerio de Jesús tanto en su fase redentora
como ministerial.
Jesús citó ese verso en Lucas 4
aplicándolo a su ministerio terrenal:
Lucas 4:17-21 (RV60)
17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18 Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto
me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los
ciegos; a poner en libertad a los oprimidos;
19 A predicar el año agradable del Señor.
20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó;
y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta
Escritura delante de vosotros.
Nombre
#5
El
Espíritu del Dios Viviente
2 Corintios 3:2-3 (RV60)
2 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres;
2Co 3:3 siendo manifiesto que sois carta de Cristo
expedida por nosotros, escrita no con
tinta, sino con el Espíritu del Dios
vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.
2 Corintios 3:2-3
(Castillian)
2 Nuestra mejor
recomendación sois vosotros mismos, y adondequiera que vamos os llevamos como
cartas escritas en el corazón, que dan fe de nuestro trabajo ante cualquiera
que quiera conocerlas y leerlas.
3 Evidentemente,
vosotros sois como una carta de Cristo expedida por nosotros, no escrita con
tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente; no grabada en tablas de piedra,
sino en las tablas del corazón.
La iglesia es una epístola, un
testimonio de Cristo ante los hombres, no de obras humanas, sino en la forma de
una carta escrita por el Espíritu de Dios Viviente (el dador de vida divina),
en las tablas de nuestros corazones.
Es decir, el Espíritu del Dios
Viviente implanta el carácter de Jesús en nuestros corazones para que podamos
caminar como hijos de Dios y seamos un testimonio vivo de Él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario