viernes, 8 de noviembre de 2013

La Trinidad 10 - La Santidad de Dios

La Santidad de Dios


La santidad de Dios es la suma de sus atributos morales y expresa la majestad de su naturaleza; algunos dicen que la santidad es el atributo principal de Dios.

Isaías habla de Jehová como Él Santo cerca de 30 veces.

Dios desea ser conocido por su santidad; el tener un concepto superficial de Dios y de su santidad resultará en un concepto superficial del pecado y de la necesidad de la salvación.

En toda la Biblia resuena la afirmación de que Dios es santo; así que estudiemos lo que dice la Biblia al respecto.


1. La Declaración de la Santidad de Dios

En hebreo el significado de ser santo es estar apartado o separado. Este es uno de los términos más importantes en el Antiguo Testamento y se aplica ante todo a Dios.

La misma idea se expresa en el Nuevo Testamento

Testimonios Bíblicos Acerca de la Santidad de Dios

Éxodo 15:11
11  ¿Quién como tú,  oh Jehová,  entre los dioses? ¿Quién como tú,  magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas,  hacedor de prodigios?

Levítico 11:45
45  Porque yo soy Jehová,  que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios:  seréis,  pues,  santos,  porque yo soy santo.

Josué 24:19
19  Entonces Josué dijo al pueblo:  No podréis servir a Jehová,  porque él es Dios santo,  y Dios celoso;  no sufrirá vuestras rebeliones y vuestros pecados.

Isaías 6:3
3  Y el uno al otro daba voces,  diciendo:  Santo,  santo,  santo,  Jehová de los ejércitos;  toda la tierra está llena de su gloria.

1 Pedro 1:15-6
15  sino,  como aquel que os llamó es santo,  sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
16  porque escrito está:  Sed santos,  porque yo soy santo.
Como estos hay muchísimos más versos en la Biblia que muestran la santidad de Dios.

El Significado de la Santidad de Dios

La santidad de Dios significa su absoluta pureza moral.

Dios no puede tolerar el pecado; en su santidad, Dios aborrece el pecado aunque ama al pecador.

Dios está separado del hombre en cuanto a su naturaleza y carácter. Él es perfecto el hombre imperfecto; Él es divino y el hombre es humano; Él es moralmente perfecto y el hombre es pecaminoso.

La santidad mantiene una gran distinción entre Dios y las criaturas; cuando Dios se revela a sí mismo en su divinidad, dice que se “santifico”, es decir, que Él se revela a sí mismo como “El Santo.” 

Dios es Santo en Sí Mismo

Solamente Dios es santo en sí mismo.

Al pueblo, los edificios y objetos se les dice santos porque Dios los hizo santos; los ha santificado, es decir, los ha separado para su uso personal.

La palabra santo, cuando se aplica a personas u  objetos expresa una relación con Jehová. Están separados para su servicio.

Para estar separados, los objetos necesitan ser lavados y las personas consagradas y vivir de acuerdo a la ley de santidad.


2. La Naturaleza de la Santidad de Dios

La santidad de Dios a la luz de la Biblia tiene un aspecto doble.

En su significado original da a comprender que Él es absolutamente diferente a todas sus criaturas; es también exaltado sobre ella en infinita majestad.

Esto hace que la santidad de Dios sea uno de sus atributos transcendentales; a veces se considerada como su perfección central y suprema.

La santidad es coexistente con Dios; Él es santo en Su bondad y Su gracia, tanto como en Su justicia y en Su ira.

Testimonios Bíblicos acerca de la Naturaleza de la Santidad de Dios

Éxodo 15:11
11  ¿Quién como tú,  oh Jehová,  entre los dioses? ¿Quién como tú,  magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas,  hacedor de prodigios?

1 Samuel 2:2
2  No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay refugio como el Dios nuestro.

Isaías 57:15
15  Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes,  y para vivificar el corazón de los quebrantados.

Oseas 11:9
9  No ejecutaré el ardor de mi ira,  ni volveré para destruir a Efraín;  porque Dios soy,  y no hombre,  el Santo en medio de ti;  y no entraré en la ciudad.

Definición de la Naturaleza de la Santidad de Dios

La santidad de Dios es parte de aquello que está fuera del alcance de la razón humana, que no puede reducirse a conceptos, y abarca ideas como la “absoluta imposibilidad de aproximación”, a la absoluta “suprema potencia” o “terrible majestad.”

Esta santidad despierta en el hombre un sentido de que él es absolutamente nada delante de la majestad del Altísimo.

Sin embargo, la santidad de Dios en la Biblia tiene también un aspecto específicamente ético, y este es el que en nuestra relación con Dios nos interesa más directamente.

La idea ética de la santidad de Dios no debe separarse de la idea de la majestuosa santidad de Dios.

La idea fundamental de la santidad moral de Dios es también la de separación, pero en este caso es la separación del mal moral, el pecado.


3. La Santidad de Dios y los Diez Mandamientos

Después de la liberación de Israel de Egipto, Dios les dio leyes en el Sinaí e hizo con Israel un pacto de protección que tenía como base Su santidad.

La protección divina acompañaría a los israelitas en directa proporción de su disposición en obedecer los preceptos y determinaciones de Dios.

Hasta ese momento Dios había actuado en medio de ellos y por ellos a través de un sencillo acto de su soberana gracia; pero a partir de ese momento, Israel  sería tratado de acuerdo con la atención que ellos le dieren a los Diez Mandamientos de Dios.

Resumen de los Diez Mandamientos

Éxodo 20:3-17
  1. No tendrás dioses ajenos delante de mi (v. 3)
  2. No te harás imagen (v. 4)
  3. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano (v.7)
  4. Acuérdate del día de reposo para santificarlo (v. 8)
  5. Honra a tu padre y tu madre (v. 12)
  6. No matarás (v. 13)
  7. No cometerás adulterio (v. 14)
  8. No hurtarás (v.15)
  9. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio (v. 16)
  10. No codiciarás la mujer de tu prójimo (V. 17)

La Santidad de Dios Aplicada

Los Diez Mandamientos dados por Dios a Israel por medio de Moisés en el Sinaí enuncian dos verdades principales:
  1. La santidad de Dios es establecida en normas comprensibles.
  2. En ellos se revela el interés de Dios en comunicar una parte de su santidad a aquellos que Dios escoge como pueblo y propiedad suya.

Dios mismo le dijo a Israel antes de enunciar los mandamientos:

Éxodo 19:4-6
4  Vosotros visteis lo que hice a los egipcios,  y cómo os tomé sobre alas de águilas,  y os he traído a mí.
5  Ahora,  pues,  si diereis oído a mi voz,  y guardareis mi pacto,  vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos;  porque mía es toda la tierra.
6  Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes,  y gente santa.  Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.

La santidad de Dios en los Diez Mandamientos se presenta en normas perfectas:
  1. Los tres primeros mandamientos expresan el “santo celo”  de Dios por Israel, a quien rescato de Egipto con mano fuerte y brazo extendido.
  2. El cuarto mandamiento recordaba a Israel la observancia del sábado como día de reposo en la las provisiones del Señor. Este sería un recordatorio entre Dios e Israel.
  3. El quinto mandamiento le advierte a Israel sobre la honra que debe mostrar a sus padres.
  4. Los mandamientos restantes hablan de las relaciones que cada hombre debe tener con sus semejantes.

El propósito de Dios expresado en los Diez Mandamientos era ejercer influencia en la vida de Israel durante su peregrinación por el desierto y en los siglos futuros de su historia.


4. La Manifestación de la Santidad de Dios

Si el hombre ante la majestuosa santidad de Dios, se admira y tiene un sentimiento de insignificancia, esa reacción se revelará en la práctica; se dará cuenta de su impureza y su pecado.

Esto fue lo que sucedió con el profeta Isaías cuando miró la gloriosa manifestación de la santidad divina:

Isaías 6:1-7
1  En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime,  y sus faldas llenaban el templo.
2  Por encima de él había serafines;  cada uno tenía seis alas;  con dos cubrían sus rostros,  con dos cubrían sus pies,  y con dos volaban.
3  Y el uno al otro daba voces,  diciendo:  Santo,  santo,  santo,  Jehová de los ejércitos;  toda la tierra está llena de su gloria.
4  Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba,  y la casa se llenó de humo.
5  Entonces dije:  ¡Ay de mí!  que soy muerto;  porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos,  han visto mis ojos al Rey,  Jehová de los ejércitos.
6  Y voló hacia mí uno de los serafines,  teniendo en su mano un carbón encendido,  tomado del altar con unas tenazas;
7  y tocando con él sobre mi boca,  dijo:  He aquí que esto tocó tus labios,  y es quitada tu culpa,  y limpio tu pecado. 

El hombre reacciona con temor y la necesidad de esconderse cuando está delante de la santidad de Dios; el hecho de estar ante un Dios infinitamente santo lo hace sentirse tan pecador e indigno que podría manchar esa santidad.

La Santidad Revelada en la Ley Moral

La santidad de Dios se revela en la ley moral grabada en el corazón del hombre; se manifiesta en la revelación personal de Dios a través de Su Palabra.

La ley tenía como objeto imprimir todos los aspectos de la santidad de Dios en Israel; despertando en Israel la necesidad de vivir una vida santa.

Ese propósito se revela a través de símbolos y tipos, expresando la santidad por medio de una nación, tierra, ciudad, lugar y sacerdocio santos.

También se reveló esa santidad divina en la manera en que Dios premió la obediencia y castigo la desobediencia.

La Revelación Más Sublime de la Santidad de Dios

Jesucristo es la más alta revelación de la santidad de Dios; quien es presentado en Hechos 3:14 como “el Santo y el Justo.”

Jesús reflejó en su vida la perfecta santidad de Dios.

Como cuerpo de Cristo, la santidad de Dios también es revelada en la iglesia.

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