jueves, 30 de septiembre de 2021

¿Será cierto que Juan fue el último de los profetas y que ya no hay más profetas?

Recientemente cuando subí a un grupo Facebook mi artículo ¿Si yo profetizo significa que soy un profeta? una hermana airada me respondió: "Estás equivocado porque Jesús dijo que Juan fue el último de los profetas". Le dije que estaba totalmente equivocada y les voy a decir porque.

Evidentemente esa hermana citó Mateo 11:13 que dice: "Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan". Evidentemente los profeta y la ley profetizaron, más exactamente profetizaron un mensaje.

En el pasaje paralelo de Lucas 16:16 dice: "La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él". Hay un mensaje que era anunciado antes de la venida de Jesús que en ese momento se estaba cumpliendo.

John Wesley dice de Mateo 11:13 lo siguiente: "Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan - Porque todo lo que está escrito en la ley y los profetas sólo predijeron como distante lo que ahora se ha cumplido. En Juan expiró la antigua dispensación y comenzó la nueva".

¿Qué predicción se había cumplido?

Mientras Jesús iba con los dos discípulas de Emaús (Lucas 24:25-27) nos da la respuesta: Entonces él les dijo: "¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían". 

Jesús les decía que hasta Juan le ley y los profetas profetizaban que el Mesías llegaba al mundo, pero ese mensaje ya no era necesario porque ya vino, y estaba con ellos.

Cuando lo reconoció Juan dijo que el era el Mesías esperado: "El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua" (Juan 1:29-31).

Los profetas y Juan mismo profetizaban: "El Mesías viene, el Mesías ya llega"; pero Juan lo vio y dijo: "Ya llegó".

Entonces Jesús les estaba diciendo a los que le oían que el mensaje que la ley y los profetas e incluso Juan profetizaban se había cumplido con su venida al mundo, y ya no era necesario volver a profetizarse que Jesús vendrá a morir por nuestros pecados porque ya lo hizo.

Y respecto es que si hoy hay profetas, es evidente que si, porque después de la muerte de Juan durante la vida de Jesús se nombran varios profetas en Hechos de los Apórtales, pero eso lo veremos en una próxima entrada. 

Así que podemos concluir que Juan no fue el último de los profetas, y que los profetas siguen activos hoy.


Ricardo Botto

martes, 28 de septiembre de 2021

¿Si yo profetizo significa que soy un profeta?

El día de hoy hay muchos creyentes confundidos con la interrogante en su mente, ¿acaso soy un profeta?

Han estado profetizando en algunos servicios de la iglesia y eso es bueno, pero lo malo es que la gente se les acerca y empiezan a llamarlos profetas, y ellos mismos empiezan a creerse, pero te voy a decir la cruda verdad.

No, no, no, en realidad no lo eres, y te voy explicar por qué.

Lo primero que debemos entender es que cuando hablamos de profecía debemos de entender que hay tres niveles de personas que profetizan en la Biblia.

1. El que profetiza con el don del Espíritu de profecía.

2. El que profetiza bajo el de función de profecía.

3. El que profetiza bajo la unción del ministerio de profeta.

Vamos a explicar cada uno de estos niveles definiendo los tres casos.


1, El don de profecía.

En 1 Corintios 12:7-11 dice: "Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere".

En esta lista encontramos los 9 dones del Espíritu Santo, entre los cuales está el don de profecía, notemos que no son de la persona sino que son del Espíritu. Nadie puede decir que tiene el don de profecía, porque viene cuando el espíritu inspira a un creyente en particular.

En 1 Corintios 14:1-5 Pablo nos explica la naturaleza de este don: "Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación". 

Lo primero que debemos ver es que si Pablo quería y animaba a los creyentes a que profeticen es porque todos los creyentes estan capacitados para profetizar.

Lo segundo es que el que profetiza habla por el Espíritu de Dios para edificar a la iglesia.

Lo tercero es que el mensaje que da es para edificar, exhortar y consolar.

En la práctica es un mensaje que se da en una iglesia local inspirado por el Espíritu Santo en lengua conocida por los oyentes y la persona que lo da que trae estas cosas a la iglesia.

Es el nivel más bajo de la profecía, y cualquier creyente puede fluir en este don cuando el Espíritu quiere hacerlo.


2. El don de función de profecía

En Romanos 12:4-6 dice: "Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe".

Los dones de función a diferencia de los dones del ministerio, que son oficios dones que Dios coloca para el cuerpo de Cristo, son capacitación que Dios da a los creyentes para cumplir su función en la iglesia local a la que asisten, es el ministerio de ayudas necesario para el funcionamiento de la iglesia local.

El don de función profecía es un don vocal donde la persona que lo tiene es un predicador local de la iglesia donde asiste; no es un don de ministerio, solo la persona asignada por la iglesia para traer un mensaje de edificación, exhortación y consolación.

Tampoco es un profeta, solo una persona que da el mensaje con la unción de predicar.


3. El ministerio de profeta

Este si es un ministerio a la iglesia y podemos verlo 1 Corintios 14:28: "Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas". También en Efesios 4:11-12 añade: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo".

Vemos que el profeta es un don del ministerio, no es un creyente común y cualquiera, ni tampoco uno con el don de función de profecía, sino una persona llamada y puesta por Dios para cumplir un oficio dentro del cuerpo de Cristo.

Un profeta a diferencia de los dos anteriores, es ante todo un ministro del evangelio, separado y llamado al ministerio con el llamado de Dios sobre su vida. El profeta es un don ministerial. Un profeta es ante todo un predicador o un maestro de la Palabra.

Además, para ocupar el cargo de profeta, uno debe tener una manifestación más consistente de al menos dos de los dones de revelación (palabra de sabiduría, palabra de conocimiento o discernimiento de espíritus) más el don profecía.

Los tres dones de revelación son:

Palabra de sabiduría: Revelación sobrenatural del Espíritu de Dios con respecto al propósito divino en la mente y la voluntad de Dios. Siempre habla del futuro.

Palabra de conocimiento: Revelación sobrenatural por el Espíritu de Dios de hechos en la mente de Dios con respecto a personas, lugares o cosas. Siempre presente o pasado.

Discernimiento de espíritus: percepción sobrenatural del reino de los espíritus. Ver y escuchar en el reino espiritual.

Es decir, no solo es el dar una profecía de vez en cuando, deben operar continuamente los dones de revelación en su ministerio.


Ejemplo Bíblico de la diferencia entre el una persona con el don de profecía

En Hechos 21:8-11 podemos ver esta diferencia: "Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban. Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo,  quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles". 

Aquí vemos a las 4 hijas de Felipe profetizando, es decir dando palabra de edificación, exhortación a los oyentes, pero a ninguna de ella se le llama profeta. Pero vemos por otro lado a Agabo, que es llamado profeta, y que le trajo una palabra de sabiduría a Pablo, la cual se cumplió en los capítulos siguientes de Hechos.

El hecho de que estas jóvenes profetizaran no las convirtió en profetas y tampoco lo harán contigo.


Conclusión

Si estas siendo usado por Dios con el don de profecía te animo a que lo sigas haciendo, pero recuerda que eso no te hace un profeta.

No creas a lo que te digan profeta solo porque te escuchen dar una profecía, solo son unos bebés en Cristo, recuerda que primero debes ser un ministro del evangelio, y además fluir en los dones de revelación.


Escrito por Ricardo Botto

domingo, 26 de septiembre de 2021

¿Cómo saber si soy un profeta?

Un joven preguntaba en un grupo de facebook: ¿por qué tengo tanta visiones cuando estoy orando y también cuando voy a la iglesia?" Y mas abajo: "¿Cómo se si realmente mi llamado es ser profeta?".

Hablando del ministerio del profeta, Kenneth Hagin escribió en su libro: "Los dones del ministerio":

Al comentar sobre lo que dice el griego del Nuevo Testamento sobre el profeta, un destacado erudito griego dijo: "Habla por impulso de una inspiración repentina, por la luz de una revelación repentina en ese momento. La idea de hablar por revelación repentina parece aquí ser fundamental, ya sea en relación con eventos futuros, o la mente del Espíritu en general".

Un profeta habla por inspiración divina directa, una revelación inmediata, no algo en lo que él pensó, sino algo dado en el impulso del momento por inspiración repentina.

Para ocupar el oficio de profeta, uno es ante todo un ministro del evangelio, separado y llamado al ministerio con el llamado de Dios sobre su vida. El profeta es un don ministerial.

Un profeta es ante todo un predicador o un maestro de la Palabra.

No hay profetas entre los que llamamos laicos, porque un profeta es alguien que está llamado al ministerio de tiempo completo.

Aquí vemos dos cosas, un profeta es un don del ministerio, un predicador o maestro de la Palabra.

Y lo segundo que no es un laico y mucho menos un nuevo creyente.

Hablando de las características del profeta sigue diciendo: 

Para ocupar el oficio de profeta, uno debe tener una manifestación más consistente de al menos dos de los dones de revelación (palabra de sabiduría, palabra de conocimiento o discernimiento de espíritus) más profecía.

Los tres dones de revelación son:

Palabra de sabiduría: Revelación sobrenatural del Espíritu de Dios con respecto al propósito divino en la mente y la voluntad de Dios. Siempre habla del futuro.

Palabra de conocimiento: Revelación sobrenatural por el Espíritu de Dios de hechos en la mente de Dios con respecto a personas, lugares o cosas. Siempre presente o pasado.

Discernimiento de espíritus: percepción sobrenatural del reino de los espíritus. Ver y escuchar en el reino espiritual.

Además de esto:

Un profeta es aquel que tiene visiones y revelaciones.

Nuestro ejemplo bíblico de un profeta es Agabo:

Hechos 11:27-28
27 En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. 
28  Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.

Aquí Agabo tuvo una palabra de sabiduría, vio que en el futuro iba a venir un tiempo de hambruna sobre la tierra, lo cual sucedió.

Otro ejemplo del ministerio profético lo vemos en Hechos 21:

Hechos 21:8-12
8  Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. 
9  Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban. 
10  Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo, 
11  quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles. 
12  Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén. 

Aquí vemos dos cosas, primero, las cuatro hijas de Felipe profetizaban pero no por eso significaba que eran profeta.

Segundo, Agabo era un profeta reconocido por la respuesta de los compañeros de Pablo cuando profetizó sobre él.

Si uno es un profeta la gente, en particular los otros ministros lo van a reconocer.

Por último, aunque no menos importante, el profeta es una persona llamada por Dios, no por los hombres, y su ministerio depende de Dios, no de lo que se le ocurra.

Cuando era joven, y recién convertido, todos nos animábamos llamándonos profetas entre nosotros; si dabas una profecía en un culto te llamaban "profeta", pero no recuerdo que con los años haya sido un profeta, pero si muchos jóvenes confundidos.

Si estás en este último caso, no creas que eres un profeta, primero desarrolla tu ministerio, se un predicador o un maestro, y si eres un profeta los otros ministros y la gente se dará cuenta de ello.


Ricardo Botto


  

 
 


jueves, 23 de septiembre de 2021

Doctrinas Bíblicas 2 - Doctrina de los Atributos Divinos de Dios


Clase 2
Doctrina de los Atributos Divinos de Dios

Para poder habar de los atributos divinos de Dios, los cuales demuestran su deidad, en primer lugar debemos definir lo que creemos acerca de Él.

Como dice el Credo de Nicea (325 DC): “Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.”

Creemos en un único Dios, que es un Dios trino (es decir, una unidad de tres personas), el cual es un ser espiritual inteligente, santo, infinito y todopoderoso, el cual es creador y gobernador del universo y todo lo que hay en él.

La Biblia no busca probar la existencia de Dios, da como hecho que existe. Desde el mismo principio de la Biblia, dice en su primera declaración en Génesis 1:1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra".

Cuando Dios se presenta a Moisés en Éxodo 3:13-14 le dice: “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.”

Al decir estas palabras, Dios nos esta diciendo que es el que siempre existió. Dios no fue creado Él existió siempre.

Nosotros aceptamos por fe la existencia de Dios, pero además (como vimos el capítulo anterior), las cosas creadas nos dan evidencia de su existencia.

Entonces, tanto la fe como la razón nos dan la evidencia de la existencia de Dios.


La Naturaleza de Dios

1. Dios es Espíritu

En Juan 4:24 dice: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”

Dios es un ser espiritual, eso significa que no tiene un cuerpo físico como nosotros; por lo cual no podemos percibirlo con nuestros sentidos físicos sino con nuestro espíritu.

2. Dios es una Persona

Dios no es un objeto, ni un animal, ni una fuerza o energía, el tiene las características y cualidades de una persona.

En Mateo 11:25 y otros versos de la Biblia a Dios se le llama Padre como se hace con una persona.

En Isaías 55:8-9 vemos que el puede pensar como cualquier persona: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”

También tiene emociones como una persona, como podemos ver en Génesis 6:6, Deuteronomio 6:15, Proverbios 6:16 y Apocalipsis 3:19.

Y como vemos en Efesios 1:5 tiene voluntad como una persona: “En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.”

3. Dios es Uno

En Deuteronomio 6:4 encontramos esta declaración: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.

En 1 Corintios 8:4 dice: “Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.”

Vemos que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento declaran que existe un solo y único Dios.

4. Dios es un Dios Trino

Aunque la palabra Trinidad no se encuentra en la Biblia, su enseñanza es muy clara.

Un diccionario define el término trinidad de esta manera: “Distinción de tres personas divinas en una sola esencia".

Eso está de acuerdo a 1 Juan 5:7: “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.”

La Trinidad no se trata de tres aspectos de una persona ni de tres dioses, sino de una unidad compuesta de tres personas.

Cuando la Biblia dice que hay un solo Dios; como vimos antes, no hay contradicción con la trinidad. Dios es uno en el sentido compuesto. Es como en Génesis 11:6 leemos, "He aquí el pueblo es uno". El pueblo era como uno, pero en realidad era una unidad compuesta de miles de personas. El Dios único es una pluralidad de personas.

En Génesis 1:26-27 dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” Hagamos es un verbo plural. Hagamos nos habla de las tres personas de la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

En Génesis 3:22 dice: “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros...”. Nuevamente Dios habla de si mismo en plural.

En Génesis 11:6-7 durante el relato de la torre de Babel, Dios vuelve ha hablar de si mismo en plural: “Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.”

En el llamado de Isaías también ocurre lo mismo: “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?” (Isaías 6:8).

En el ministerio de Jesús también podemos ver la Trinidad. En Mateo 3:16-17 vemos a los tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en el Bautismo de Jesús: “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”

En la fórmula bautismal de Mateo 28:19 también encontramos a la trinidad: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.”

En la segunda carta de Pablo a los Corintios, vemos también a la trinidad: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

Estos versos son más que convincentes para demostrar que la trinidad es una verdad bíblica.


Los Atributos Naturales de Dios

Una de las maneras mejores de entender como es Dios es estudiar sus cualidades o características. Son conocidos como atributos. Los atributos de Dios son de dos clases: Naturales y Morales.

Primero veremos los atributos naturales de Dios. Estos son los que le pertenecen en su existencia como Espíritu racional e infinito.

1. Dios es Eterno

Esto significa que Dios no tuvo principio ni tendrá fin.

En Génesis 21:33 Abraham reconoce que Dios es el Dios eterno: “Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno.”

En Éxodo 3:13-14 Dios se presenta como el Dios que siempre existió: “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.”

En Juan 5:26 dice que Dios tiene vida en si mismo: “Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo.”

Dios es eterno, el vivió y vivirá siempre porque tiene vida en si mismo.

2. Dios es Inmutable

Esto sencillamente significa que Dios no cambia en su naturaleza ni en su carácter, ni en sus propósitos.

En Malaquías 3:6 dice: “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.”

Podemos vivir confiados porque nuestro Dios no cambia, si Él ha dicho algo lo hará.

En Santiago 1:16-17 volvemos a ver esta verdad: “Amados hermanos míos, no erréis. Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.”

No debemos equivocarnos, Dios no va ha cambiar, el siempre seguirá siendo el mismo.

3. Dios es Omnipresente

Esto significa que Él está presente en todas partes al mismo tiempo.

En el Salmo 139:7-10 vemos un bello ejemplo de esto: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.

No hay lugar donde no encontremos a Dios.

En Jeremías 23:23-24 dice: “¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?

No podemos escondernos de Dios, Él está en todos lados.

4. Dios es Omnisciente

Esto significa que Dios sabe todas las cosas.

En el Salmo 147:5 vemos que su conocimiento no tiene limites: “Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito.” La Biblia Dios Habla Hoy lo traduce así: “Grande es nuestro Dios, y grande su poder; su inteligencia es infinita.” Y la Biblia de Jerusalén lo escribe así: “grande es nuestro Señor, y de gran fuerza, no tiene medida su saber.”

En Hebreos 4:13 dice: “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” O como dice la Nueva Versión Internacional: “Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

No hay nada que podamos ocultar de Él porque lo sabe todo.

En 1 Juan 3:20 dice: “Pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.

Aquí dice claramente que Dios sabe todas las cosas.

5. Dios es Omnipotente

Es decir, Él es todopoderoso.

En Éxodo 6:2-3 vemos que Dios se reveló a los Patriarcas como el Dios Omnipotente: Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: “Yo soy JEHOVÁ. Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos.”

En Jeremías 32:17 vemos que Dios es tan poderoso que no hay nada que sea difícil para Él: “¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti.

Jesús declaró en Mateo 19:26 que no hay nada imposible para Dios: “Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.”


Los Atributos Morales de Dios

Los atributos morales de Dios son las cualidades y características que le pertenecen por ser un Espíritu Santo e infinito.

1. Dios es Santo

El tema de la santidad de Dios ocupa un lugar principal en toda la Biblia. Por ejemplo, en el Libro del profeta Isaías se le llama "Santo" unas 33 veces.

Este es el atributo sobresaliente de Dios, ya que los otros atributos dependen de Su santidad.

La santidad de Dios quiere decir que Dios esta completamente separado de la maldad y del pecado y es totalmente puro y perfecto.

En el Salmo 99:9; Isaías 6:3 y Apocalipsis 4:8 entre otros dice que Dios es Santo.

Veamos lo que dice en Isaías 57:15: “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.

El nombre de Dios es “el Santo,” y Él habita en la santidad.

Esa santidad es la que lo hace odiar el pecado y separarse del pecador: “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír” (Isaías 59:1-2).
También por ese motivo es que demanda Santidad de nosotros: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14).

2. Dios es Justo

Esto significa que Dios es recto en todo lo que hace.

Debido a Su santidad, Dios tiene que ser justo en todo para no poder equivocarse.

En el Salmo 119:137 dice: “Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios.” Y en el Salmo 145:17 dice: “Justo es Jehová en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras.”

En su justicia Dios siempre castiga al pecado, la maldad y la rebelión (Salmo 11:4-7; Nehemías 9:33).

Pero también en su justicia Dios siempre cumple sus promesas: “Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abram, y lo sacaste de Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham; y hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste pacto con él para darle la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia; y cumpliste tu palabra, porque eres justo” (Nehemías 9:7-8).

En su justicia Dios perdona al que se arrepiente y convierte a Cristo: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17).

Y finalmente, en Su justicia, Dios siempre recompensa a los fieles: “Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así. Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún” (Hebreos 6:9-10).

Dios no se olvida de nuestro servicio para Él.

3. Dios es Amor

Cuando hablamos de amor, también nos referimos a su compasión y misericordia por nosotros.

En 1 Juan 4:8 vemos que Dios es amor: “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.”

El amor de Dios es una de sus características mas grandes, sino la mayor; ya que en su amor el envió a Su ser más preciado a su Hijo único para morir por nosotros.

Como dice en Juan 3:16:“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Si Dios nos amó de tal manera nosotros también caminemos en ese amor.

martes, 21 de septiembre de 2021

EL SECRETO DE LA SANIDAD DIVINA



EL SECRETO DE LA SANIDAD DIVINA

La palabra hebrea rapha (sanar) es muy interesante, se escribe con tres letra, aleph (buey sacificial), pey (boca) y resh (cabeza), y el hebreo se lee de derecha a izquierda, entonces podemos leerlo así:

La sanidad llega cuando la cabeza y boca hablan del sacrificio (de Jesús en la cruz).

Dejemos que nuestra mente crea y nuestra boca declare que en Su sacrificio por nosotros Jesús tomó nuestras enfermedades, llevó nuestras dolencias, y por sus llagas fuimos curados (Isaías 53:4-5, Mateo 8:17 y 1 Pedro 2:24).

Recuerda 2 Corintios 4:13 "Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos".

Si has creído que Jesús ya te sanó en Su obra por ti en la cruz, decláralo con tu boca en fe.


Ricardo Botto