Un joven preguntaba en un grupo de facebook: ¿por qué tengo tanta visiones cuando estoy orando y también cuando voy a la iglesia?" Y mas abajo: "¿Cómo se si realmente mi llamado es ser profeta?".
Hablando del ministerio del profeta, Kenneth Hagin escribió en su libro: "Los dones del ministerio":
Al comentar sobre lo que dice el griego del Nuevo Testamento sobre el profeta, un destacado erudito griego dijo: "Habla por impulso de una inspiración repentina, por la luz de una revelación repentina en ese momento. La idea de hablar por revelación repentina parece aquí ser fundamental, ya sea en relación con eventos futuros, o la mente del Espíritu en general".
Un profeta habla por inspiración divina directa, una revelación inmediata, no algo en lo que él pensó, sino algo dado en el impulso del momento por inspiración repentina.
Para ocupar el oficio de profeta, uno es ante todo un ministro del evangelio, separado y llamado al ministerio con el llamado de Dios sobre su vida. El profeta es un don ministerial.
Un profeta es ante todo un predicador o un maestro de la Palabra.
No hay profetas entre los que llamamos laicos, porque un profeta es alguien que está llamado al ministerio de tiempo completo.
Aquí vemos dos cosas, un profeta es un don del ministerio, un predicador o maestro de la Palabra.
Y lo segundo que no es un laico y mucho menos un nuevo creyente.
Hablando de las características del profeta sigue diciendo:
Para ocupar el oficio de profeta, uno debe tener una manifestación más consistente de al menos dos de los dones de revelación (palabra de sabiduría, palabra de conocimiento o discernimiento de espíritus) más profecía.
Los tres dones de revelación son:
Palabra de sabiduría: Revelación sobrenatural del Espíritu de Dios con respecto al propósito divino en la mente y la voluntad de Dios. Siempre habla del futuro.
Palabra de conocimiento: Revelación sobrenatural por el Espíritu de Dios de hechos en la mente de Dios con respecto a personas, lugares o cosas. Siempre presente o pasado.
Discernimiento de espíritus: percepción sobrenatural del reino de los espíritus. Ver y escuchar en el reino espiritual.
Además de esto:
Un profeta es aquel que tiene visiones y revelaciones.
Nuestro ejemplo bíblico de un profeta es Agabo:
Hechos 11:27-2827 En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.
Hechos 21:8-128 Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él.9 Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban.10 Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo,11 quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.12 Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén.
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