¿Cuándo es que Jesús fue
Pobre?
Isaías 53:3-10
3 Despreciado y
desechado entre los hombres, varón de
dolores, experimentado en
quebranto; y como que escondimos de él
el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4 Ciertamente
llevó él nuestras enfermedades, y sufrió
nuestros dolores; y nosotros le tuvimos
por azotado, por herido de Dios y
abatido.
5 Mas él herido
fue por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra
paz fue sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros curados.
6 Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada
cual se apartó por su camino; mas Jehová
cargó en él el pecado de todos nosotros.
7 Angustiado
él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus
trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
8 Por cárcel y
por juicio fue quitado; y su
generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los
vivientes, y por la rebelión de mi
pueblo fue herido.
9 Y se dispuso
con los impíos su sepultura, mas con los
ricos fue en su muerte; aunque nunca
hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por
el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano
prosperada.
En
este gran capítulo de la redención vemos como se conectan la salvación, la
sanidad, y la prosperidad con la obra del calvario.
En
el verso 5 dice que el castigo de nuestra paz fue sobre él.
La
palabra “paz” en este verso es “shalom” que significa: “seguridad, bien, felicidad, bienestar,
salud, prosperidad y descanso.”
Entonces
en la cruz cuando Él estaba llevando el castigo de nuestra paz, es estaba
pagando el precio para que podamos ser prosperados.
Gálatas 3:13-14
13 Cristo nos redimió de la maldición de la
ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es
colgado en un madero),
14 para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin
de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
En
la cruz fue cuando Jesús se hizo maldición por nosotros para que no tuviésemos
que llevar nosotros la maldición; fue en ese momento que Él se hizo pobre para
que nosotros pudiésemos ser enriquecidos.
Por
ese motivo cuando estudiamos la Biblia de manera apropiada y si lentes
religiosos podemos ver a Jesús tal como vivió su vida terrenal.
Mateo 2:11
11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron;
y abriendo sus tesoros, le
ofrecieron presentes: oro, incienso y
mirra.
Desde
el mismo principio de su vida, Jesús fue una persona próspera. Aquí vemos como
los reyes del oriente le trajeron presentes valiosos; recuerden que los regalos
fueron sacados de sus bolsas de tesoros.
El
oro, el incienso y la mirra eran objetos muy valiosos en su época, y eso fue lo
que Jesús recibió.
Veamos
el significado de la palabra incienso para conocer su valor:
libanos (gr.)
procedente de un verbo semítico que significa ser blanco, es una resina
vegetal, amarga y brillante, que se obtiene de incisiones en la corteza del
arbor thuris, árbol del incienso, y especialmente importado de Arabia. Se
utilizaba para quemar en sacrificios (Éxodo 30:7, etc.), o para perfumar
(Cantares 3:6). La variedad de la India recibe el nombre de looban. Se
encontraba entre las ofrendas traídas por los sabios del Oriente (Mateo
2:11).
Veamos
ahora lo que la mirra:
smurna (gr.) de donde
procede el nombre de Esmirna, es término de origen semítico; en hebreo mor, de
una raíz que significa amargo. Es una resina gomosa de un arbusto que crece en
el Yemen y en regiones circundantes en África. El fruto es liso y un poco más
grande que un guisante. El color de la mirra varía desde un amarillo rojizo
pálido hasta un marrón rojizo o rojo. Su sabor es amargo, y tiene propiedades
astringentes, usándose como antiséptico y estimulante. Se usaba como perfume
(Salmo 45:8, donde el lenguaje habla figuradamente de las gracias del Mesías;
Proverbios 7:17; Cantares 1:13; 5.5). Era uno de los ingredientes del «aceite
de la santa unción» para los sacerdotes (Éxodo 30:23; «mirra excelente»). Se
usaba también para la purificación de las mujeres (Ester 2:12); para embalsamar
(Juan 19:39); como calmante. Fue uno de los presentes de los magos (Mateo
2:11).
Lo
que Dios estaba haciendo era suplir el dinero que iban a necesitar durante su
huida a Egipto, debido a la persecución de Herodes.
Lucas 8:1-3
1 Aconteció
después, que Jesús iba por todas las
ciudades y aldeas, predicando y
anunciando el evangelio del reino de Dios,
y los doce con él,
2 y algunas
mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades:
María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios,
3 Juana, mujer de Chuza
intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.
En
este verso vemos que Jesús tenía muchos socios en su ministerio que aportaban
para sus necesidades; aquí vemos que Lucas nombra a algunas de ellas; y dice
que había muchas más; que aportaban de sus bienes.
Aquí
la palabra que se usa es polis, que significa una gran cantidad numérica; “no
pocas”. Así que Jesús tenía grandes cantidades de mujeres que lo apoyaban
económicamente en su ministerio.
Lucas 9:51-58
51 Cuando se cumplió el tiempo en que él había
de ser recibido arriba, afirmó su rostro
para ir a Jerusalén.
52 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de
los samaritanos para hacerle preparativos.
53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén.
54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y
Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del
cielo, como hizo Elías, y los consuma?
55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu
sois;
56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para
perder las almas de los hombres, sino
para salvarlas. Y se fueron a otra
aldea.
57 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor,
te seguiré adondequiera que vayas.
58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen
guaridas, y las aves de los cielos
nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene
dónde recostar la cabeza.
¿Jesús
no tenía casa donde vivir? ¿De eso habla este pasaje?
Leyendo
este pasaje en contexto podemos ver lo que Jesús realmente dijo: “En este momento de mi vida, estoy en
movimiento, estoy siguiendo mi camino para cumplir mi misión. No me estoy
estableciendo aquí en la tierra, sino estoy en camino para ir al cielo.”
Hay
varios versos que demuestran que Jesús tuvo una casa.
Mateo 4:12-13
12 Cuando Jesús
oyó que Juan estaba preso, volvió a
Galilea;
13 y dejando a Nazaret, vino
y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí.
En
este pasaje vemos que cuando dejó Nazaret se fue a vivir a Capernaum.
La
palabra habitar que se usa en este verso es katoikeo que significa
literalmente establecerse en una habitación; o fijarse un lugar para habitar.
Vine
dice que katoikeo, es el verbo más frecuente con este significado
(habitar), y significa propiamente establecerse en una morada, morar fijamente
en un lugar.
Es
decir, tenía una casa en Capernaúm.
Mateo 9:1
1 Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad.
Mateo 9:1
(Nuevo Testamento de Arcas y Fernandez)
1 Después de esto, Jesús
volvió a la barca, atravesó el lago y llegó a la ciudad donde vivía.
Mateo 9:1
(Reina Valera Actualizada)
1 Habiendo entrado en la
barca, Jesús pasó a la otra orilla y llegó a su propia ciudad.
En
este verso dice que Jesús vino a su ciudad; sabemos que nuestra ciudad es la
ciudad en la cual vivimos, en la que se encuentra nuestra casa.
Marcos 2:1
1 Entró Jesús otra vez en
Capernaum después de algunos días; y se
oyó que estaba en casa.
La
gente escuchó que Jesús estaba en su casa en Capernaum.
Juan 1:35-40
35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
36 Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.
37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.
38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro),
¿dónde moras?
39 Les dijo: Venid y ved. Fueron,
y vieron donde moraba, y se
quedaron con él aquel día; porque era
como la hora décima.
40 Andrés,
hermano de Simón Pedro, era uno
de los dos que habían oído a Juan, y
habían seguido a Jesús.
Aquí
se puede ver más claramente; Jesús llevó a los dos discípulos de Juan a su
casa.
Podemos
concluir que Jesús tenía una casa en Capernaum.
Veamos
ahora como Jesús caminaba en prosperidad aun cuando no tuviera dinero en ese
momento.
Mateo 17:24-27
24 Cuando
llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro
los que cobraban las dos dracmas, y le
dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?
25 Él dijo: Sí.
Y al entrar él en casa, Jesús le habló
primero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón?
Los reyes de la tierra, ¿de
quiénes cobran los tributos o los impuestos?
¿De sus hijos, o de los extraños?
26 Pedro le
respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos.
27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar,
y echa el anzuelo, y el primer
pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo,
y dáselo por mí y por ti.
Aquí
hay otra prueba de que Jesús no fue pobre; cuando era necesario, Jesús
utilizaba su poder sobrenatural para satisfacer sus necesidades y las de otros.
Mateo 14:15-21
15 Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de
comer.
16 Jesús les dijo: No tienen necesidad de
irse; dadles vosotros de comer.
17 Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco
panes y dos peces.
18 Él les dijo: Traédmelos acá.
19 Entonces mandó a la gente recostarse sobre la
hierba; y tomando los cinco panes y los
dos peces, y levantando los ojos al
cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los
discípulos, y los discípulos a la
multitud.
20 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los
pedazos, doce cestas llenas.
21 Y los que comieron fueron como cinco mil
hombres, sin contar las mujeres y los
niños.
Mateo 15: 32-39
32 Y Jesús,
llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace
tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no
quiero, no sea que desmayen en el camino.
33 Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde
tenemos nosotros tantos panes en el desierto,
para saciar a una multitud tan grande?
34 Jesús les
dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos.
35 Y mandó a la
multitud que se recostase en tierra.
36 Y tomando
los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y
los discípulos a la multitud.
37 Y comieron
todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los
pedazos, siete canastas llenas.
38 Y eran los
que habían comido, cuatro mil
hombres, sin contar las mujeres y los
niños.
39 Entonces, despedida la gente, entró en la barca, y vino a la región de Magdala.
En
Mateo 14 Jesús alimento cinco mil hombres con 5 panes y 2 pescados; en Mateo 15
a cuatro mil hombres con 7 panes y unos cuantos pescados.
En
su ministerio terrenal, Jesús demostró una y otra vez que los recursos
necesarios estaban a su disposición.
Juan 13: 27-29
27 Y después
del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a
hacer, hazlo más pronto.
28 Pero ninguno
de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto.
29 Porque algunos pensaban,
puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos
para la fiesta; o que diese algo a los
pobres.
Notemos
que cuando Judas traicionó a Jesús los discípulos pensaban que estaba yendo a
comprar cosas que faltaban para la fiesta o para dar limosnas a los pobres.
Para
cualquiera de estas dos cosas se necesitaba dinero.
Juan 12: 6
6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.
Otra
cosa que podemos ver es que Jesús tenía un tesorero que a menudo tomaba del
dinero que había en la bolsa.
Si
hubiera habido poco dinero, los discípulos se hubieran dado cuenta que faltaba
con solo verla; pero evidentemente había una gran cantidad pues los discípulos
no se daban cuenta del robo de Judas.
Juan 12: 8
8 Porque a los pobres siempre los tendréis con
vosotros, mas a mí no siempre me
tendréis.
Juan 12:8
(Biblia Castilian)
8 A los pobres podéis
ayudarlos cuando queráis, porque siempre los tendréis cerca; pero a mí no me
tendréis por mucho tiempo entre vosotros.
Juan 12:8
(Palabra de Dios Para Todos)
8 Ustedes siempre tendrán
cerca a los pobres, pero no siempre me tendrán a mí.
Notemos
las palabras de Jesús: “A los pobres
siempre los tendréis, pero a mí no.”
Jesús
hizo una clara distinción entre los pobres y él. Notemos que no dijo “siempre tendréis a los pobres como yo.”
Jesús
les estaba diciendo; “Yo no soy pobre
como ellos.”
Juan 12:1-8
1 Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos.
2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía,
y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.
3 Entonces María tomó una libra de perfume de
nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar:
5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por
trescientos denarios, y dado a los
pobres?
6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.
7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto.
8 Porque a los pobres siempre los tendréis con
vosotros, mas a mí no siempre me
tendréis.
Aquí
hay otra prueba que Jesús no era pobre; el dejó que se derramase sobre el un
perfume que valía el salario de un año. Aquí en el Perú de hoy sería unos 2000
dólares.
Jesús
ni se inmuto, sencillamente dijo que se había hecho una buena obra en él.
Lucas 22:35
35 Y a ellos dijo: Cuando os envié sin
bolsa, sin alforja, y sin calzado, ¿os faltó algo? Ellos dijeron: Nada.
Lucas 22:35
(Biblia en Lenguaje Sencillo)
35 Luego, Jesús les preguntó
a sus discípulos: --¿Recuerdan cuando los envié a anunciar las buenas noticias
y les dije que no llevaran dinero, ni mochila ni sandalias? Díganme, ¿les hizo
falta algo? Ellos le respondieron: --No Señor, nada nos faltó.
Los
discípulos de Jesús testificaron que cuando fueron enviados no les faltó nada.
Es decir cuando fueron enviados con la misión de predicar el evangelio todas
sus necesidades fueron suplidas.
Juan 19: 23-24
23 Cuando los soldados hubieron crucificado a
Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo.
24 Entonces dijeron entre sí: No la
partamos, sino echemos suertes sobre
ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la
Escritura, que dice: Repartieron entre
sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Y así lo hicieron los
soldados.
Aún
la ropa que Jesús usaba era tan fina que los soldados romanos echaron suertes
por ellas.
¿Jesús
fue pobre o rico?