viernes, 13 de junio de 2014

Los Hechos de los Apóstoles - Parte 3

Los Hechos de los Apóstoles
Parte 3


7. El milagro que sacudió Jerusalén
En Hechos 3 y 4 podemos ver un hecho que marcó el rumbo de la iglesia, la sanidad del cojo que se sentaba en la puerta del templo llamada “La Hermosa”.
Este milagro sacudió a Jerusalén, ya que se convirtieron cinco mil personas y marcó el inicio de la persecución contra la iglesia.
Hechos 4:1-10
1 Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos,
2 resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos.
3 Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde.
4 Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil.
5 Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas,
6 y el sumo sacerdote Anás, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes;
7 y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?
8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel:
9 Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado,
10 sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.
8. El primer gran pecado en la iglesia
En Hechos 5 vemos el caso de Ananías y Safira, que cometieron el primer gran pecado al mentirle al Espíritu Santo.
9. La institución del ministerio de ayudas
En el capítulo 6 vemos que por motivo de un problema que se suscitó en la iglesia aparecen los primeros diáconos. Entre ellos dos notables: Esteban, el primer mártir, y Felipe, el primer Evangelista. 
Hechos 6:1-7
1 En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria.
2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.
3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.
4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.
5 Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía;
6 a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.
7 Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
Vemos que el resultado de esta elección fue positivo ya que los apóstoles pudieron dedicarse a fondo a su ministerio y la iglesia siguió con su crecimiento ascendente alcanzando inclusive a los sacerdotes.
10 La muerte de Esteban, el primer mártir
En los capítulos 6 y 7 vemos el arresto y muerte del primer mártir, Esteban, lo que provocaría la primera gran persecución de la iglesia.
Hechos 7:55-60
55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,
56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.
57 Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él.
58 Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo.
59 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.
60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
11. La predicación en Samaria
A raíz de la muerte de Esteban empieza una gran persecución y la iglesia es dispersada, los creyentes salen de Jerusalén y empiezan a predicar en todas partes, es aquí donde empieza el ministerio de Felipe como evangelista sacudiendo la ciudad de Samaria.
Hechos 8:4-8
4 Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.
5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
6 Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.
7 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;

8 así que había gran gozo en aquella ciudad.

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